capitulo cinco

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Camila

Con una copa de champagne esperaba sentada en un sofá de cuero negro a Dinah, quien llevaba más de diez minutos poniendose el vestido de novia.
Mentiría si dijera que no estaba de los nervios de punta. Que no sentía esas ansias de ver a mi mejor amiga en un vestido que ella consideraba el adecuado, con el que siempre ha soñado.
Con el dedo índice delinee la copa, viendo desde el rabillo del ojo a Lauren, que estaba demasiado atenta a la señorita que atendía.
No negaba que la muchacha era demasiado hermosa, piel oscura, exótica.
Con un cabello oscuro igual que la noche, caía en ondas sobre sus hombros.
Parecía un delicioso chocolate fundada en ese vestido rojo que tenía una abertura en el lado derecho que habría desde su muslo.

Tal vez era el alcohol, llevaba tres copas seguidas por los nervios. Pero no podía apartar la mirada de Lauren, que su mirada no se apartaba de esa abertura que mostraba esa deliciosa piel oscura.
Un cierto Calor sofocante lleno mi cuerpo. Con un suspiro me puse de pie, intentando centrar mi atención en otra cosa.
Lucy estaba en su celular un poco apartada de las demás, la cámara a sus pies.
Tenía el ceño fruncido, mirando a la pantalla con tanta frustración. Me deje caer a su lado como una muñeca de trapo. Perdiendo toda la gracia y estilo.
-¿Problemas?
Alzó una mirada. Con un gruñido dejo el celular a un costado de su pierna.
-Encargué unos lirios para poner en la entrada del hotel, pero me dicen que solo tiene unas cuantas pocas en su reserva. Pero que esas ya estaban apartadas para otra persona.
Dijo que podrían tardar en llegar en dos meses o tres.
-¿Que florería es?
-Flowers To US.
Una sonrisa triunfante apareció en mis labios.
Extendí mi mano para que me diera su celular. Dudosa lo tomo, dejándolo en la palma de mi mano.
Marque el número que estaba en el registro.
Al tercer timbre contesto una voz que ya conocía a la perfección.
-Señorita vives, ¿Cuantas veces tengo que decirle que lo lamentamos?
-Jimmy, no soy la señora Lucía. Soy Camila.
-¡Camila!-Escuche el gritito de su voz.
-Mira, necesito esos lirios urgentes.
-Pero Mila, son para la boda de...- lo interrumpí antes que siguiera hablando.
-Jimmy, o me das esas flores, o me pierdes como clienta.-hubo un largo silencio por unos segundos.-Te pago el doble que ellos.
Ví como Lucy abría los labios sorprendida. Llevo su mano a su boca intentado no reirse.
-De acuerdo Mila, son tuyas. En un día te llegan.
-Gracias Jimmy.
-¡Eres increíble Camila!-Soltó Lucy cuando le entregué el celular.
Reí incontrolablemente. De acuerdo era el alcohol que se había subido un poco.
Podía sentir esa mirada esmeralda penetrante sobre mi coronilla.
-Oh-Lucy alzó la mirada sobre mi cabeza.
-Hey.
Lauren apareció en mi campo de visión. Con una blusa de rayas negras y blancas de mangas largas. Y una falda negra que le llegaba hasta sus rodillas.
Su labial rojo me incitaban a querer a probar algo nuevo, distinto. Algo que yo no conocía.
Lucy se encogió en el sofá, cruzando sus brazos sobre su pecho.
-Hola Lau.-dije sonriendo.
-¿Puedo unirme a ustedes?
-De hecho.-mordí mi labio.-Tengo que hacer pis.-Murmuré riendo.

Lauren.

Las risas llamaron mi atención. Desconcentrandome de la morena que tenía enfrente.
La risa de Camila se hizo más fuerte, apreté los dientes. Algo me hacía sentir un coraje en mi pecho que se extendío hacia todo mi cuerpo.
Me di la vuelta sabíendo de quien se trataba la otra risa.
Los ojos de lucy se encontraron con los míos. Y podía jurar que mis ojos no demostraban ningún cordialidad con mi amiga.
Mis pies se dirigieron hacia ellas, dejando a Normani con la palabra en la boca.
-Hey.-dije llamando la atención de la castaña.
Por alguna extraña razón, quería tener su atención solo en mí.
Me miro de pies a cabeza, ví como su garganta tragaba con dificultad.
Sus ojos brillaban por el poco alcohol que tenía.
-Hola Lau.-su voz dulce sonó ronca.
Y me centré demasiado en no perderme en ella.
-¿Puedo unirme a ustedes?
Sus ojos marrones brillaron con picardía. Sus dientes tomaron como prisionero su labio inferior.
Sentí la necesidad de tirarme sobre ella y ser yo quien tomara entre mis dientes ese labio torturado.
-De hecho...Tengo que hacer pis.
Se puso de pies con torpeza, en ese momento la puerta del vestido se abrió, dejando ver a una Dinah sumamente hermosa.
Con un vestido blanco pegado a toda su esbelta figura, a lo muy Dinah Jane.
El vestido terminaba en el suelo que apenas lo rozaba.
Camila se tuvo que sostener de mi brazo de lo impresionada que estaba.
-Dios, eres hermosa.-Escuche decir en un hilo de voz a Camila.
La sostuve entre mis brazos, rodeando su cuerpo con el mío. Tenía sus manos en su boca, mientras las lágrimas se deslizaban en silencio por sus mejillas.
Tal vez en la habitación Dinah era la más hermosa para ellas, pero para mi, Era la imagen de Camila vulnerable.
Siendo ella.
Busque con la Mirada a Lucy que me alzó una ceja pidiendo una explicación que más tarde tendría que darle.
Ni yo sabía que me sucedía.
Y me estaba aterrando la idea de que Camila me estuviera gustando más allá de lo físico.

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