capitulo Diez

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Camila

Lauren sabía cómo cagarla a lo grande. Dos días sin hablar conmigo, evitandome en los pasillos, e incluso dejo de ir a las cenas que teníamos con las chicas.
Era como si fuera un fantasma, deambulaba por las noches. Era la única forma de dar con ella.
Y cuando la encontrabas te asustaba con su cara de "lárgate o te mato".
Mi ansiedad iba creciendo cada vez que ella se iba alejando más.
Ya había terminado de organizar todo, ya estaba planeado todo a la perfección.
Y ya era hora de que me fuera, pero estaba esperando a que Lauren me hablara. Pero eso no iba a suceder.
No sucede desde ese día que me quede a dormir con ella.
Dinah había pedido servicio a la habitación, estábamos en la habitación de Ally, rodeadas de botellas de vino, fresas con chocolate.
Y almohadas regadas por todo el suelo, era un tipo pijamada.
Tampoco faltó que Dinah le marco a Lauren invitándola, y ella no aceptó poniendo como escusa que se sentía mal, otra vez.
Pero si que salía en las madrugadas al bar y se le veía con compañía femenina.
La segunda mañana que ella fingió que yo no existía, comprendí que Lauren no quería tener ningún tipo de relación conmigo.
¿y como no? Si no soy una de sus modelos, con escultural cuerpo y sonrisa perfecta.
-Piensas muuuchoooo.-la ebria de Dinah hablo.
-Quiero irme.
-Pues vete a tu habitación.
Negué con la cabeza.
-Regresar a casa.-murmuré.
Dinah se incorporó de un salto.
Se llevo sus manos hacia su cabeza, se había mareado.
-No te vayas Mila, aún te necesito.
-Regresare para la boda DJ. Lo juro.
-Quiero que ahorita vayas, se reconcilien y terminen súper cansadas.
-DJ, ella no quiere saber de mí. Y eso está bien. Por lo menos no me ilusiona.-me encogí de hombros.
Con el cuerpo adolorido, igual que mi alma. Me puse de pie, tomando una fresa en el camino.
-Ire a dar una vuelta.
-Espero que esa vuelta termine en la cama de Lauren.-dijo Ally.
Torci los ojos antes de salir de la habitación. Camine por el pasillo, encontrándome con mi nueva pesadilla que venía con ojos verdes.
Y tomada de la mano con una rubia, delgada y ojos azules.
Una típica Barbie, hermosa.
Y yo era totalmente opuesta.
Lauren abrió los labios sorprendida, bajo los ojos apenada.
Ya no había nada que hacer, la pasé de largo escuchando el eco de mi corazón latiendo con una intensidad que me estaba abrumando.
De pronto, ese sonido que se escuchaba  cuando se te rompía un cristal. Así sentia mi corazón, rompiéndose pedazo a pedazo.
Con lo masoquista que era, me di la vuelta, viendo como ella entraba a su habitación con la chica.

Era hora de irse, y regresar a casa.

Lauren

Detenía el celular entre mi hombro y mi mejilla, lucy estaba en la línea hablando.
-Deberías hablar con ella Lauren.
-¿Que le diré? Qué estoy totalmente jodida, y que soy como un huracán y un día de estos la arrastrare conmigo.
-Por lo menos ten ovarios, y enfrentala.
-Ya de nada sirve.-suspire.
Tome asiento en mi cama, llevando mis manos al rostro frustrada.
-Ayer me vio con una chica entrando a mi habitación.
-Eres una idiota, no enfrentas tus miedos, aún huyes de tus padres.
Madura Lauren.-dijo y colgó.

La noche anterior

Lleve la botella de cristal a mis labios, tomando en tres largos tragos mi cerveza.
Hasta que la ví, una rubia no quitaba su mirada de mi.
Conocia el deseo en los ojos de alguien. Y ella me deseaba.
No tenía el cabello castaño, ni los ojos marrones que me estaban persiguiendo en sueños.
Era lo contrario a Camila, y eso era lo que necesitaba.
Después de acercarme a ella, y hacerme la tonta durante una hora.
La invite a mi habitación.
Cada minuto que caminábamos para ir alla, me preguntaba si era lo correcto.
Joder. Ví a mi musa salir de la habitación de Ally, con una fresa en sus labios, jadeé al verla.
Hacia tiempo que no me dedicaba a mirarla más de dos segundos.
Sus ojos dieron con los míos, bolsas bajo los ojos. Y ese brillo en sus ojos marrones , no estaba.
Me miro con indiferencia, después a mi cita. Bajé la mirada, avergonzada.
No dijo nada, solo me paso de largo.

¿Acaso estaba esperando que ella me detuviera? Si. Pero esto no era una estúpida película romántica.
Entre a la habitación, con los labios de la chica en los míos.
Cuando cerré la puerta, y la oscuridad se cernía sobre nosotras.
Me sentí tan insignificante.
No podía llenar un vacío con una chica que no era ella.
-No puedo.-murmuré apartando a la chica.
-¿Es por la chica del pasillo, verdad?
-Solo vete por favor.
-Jodete.

Regrese a mi realidad. Con unos golpes violentos en mi puerta.
Irritada abrí la puerta.
Dinah estaba del otro lado, furica.
Hacía días que no hablaba con ninguna de ellas, y Dinah me había dado mi espacio, sabía que eso no iba a durar mucho.
-Eres una mala persona.-gruño.-pudiste haber jugado con otra, pero ¡no! Tuvo que ser mi mejor amiga, a Mila.
Me dió un empujón, haciendo que mi espalda diera con la pared .
-La rompiste de una manera increíble Lauren. Tanto, que ya no soportaba verte.
Un golpe invisible golpeo mi pecho, dejándome sin aire.
Ya no la vería.
-Si el día de mi boda ella no viene para no verte. Te mato.
Negó con la cabeza.
-No se que carajos te pasa. Según ella, desde el día que no cedió, comenzaste a comportate como una perra.
-No fue por eso.-susurre.
-¡Sera el carajo! Ella tiene inseguridades Lauren. Ansiedad, se siente la persona más fea.
Me deje deslizar por la pared, las lágrimas ya estaban saliendo.
Y lo dije en voz alta por primera vez.
-La amo DJ.
Me miro fulminante.
-Eso no parece.

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