capitulo nueve

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Lauren

Lo único en que pude pensar al chocar era...
¿Estoy viva? ¿Podré volver a ver a Camila?
La cabeza me dolía horrible, tenía unas náuseas que podría jurar que estaba por sacar todas mis tripas.
Mantuve la cordura. Palpe el asiento de alado donde había dejado el celular, tras el golpe se cayó.
Me incline bajo el asiento, lo agarre. Le di para encender la pantalla, no tenía pila.
Lleve mi mano hacia la frente para limpiar el sudor, que a pesar del frío que hacia, estaba sudando, me lleve una sorpresa cuando ví mi mano con sangre.

Lo primero que sucedió cuando llegue al hotel fue Camila corriendo hacia a mi sin darme tiempo de reaccionar.
Mis manos la tomaron con fuerza como ella me tenía a mí.
Camila era lo que pensaba antes y después del choque. Ella estaba ocasionando un caos en mi cabeza, que necesitaba resolver ya.
Tome su rostro entre mis manos, los ojos marrones estaban acuosos, ella era tan hermosa que no parecía real.
Tome su mano sin querer soltarla.
No se que rayos me pasaba por la cabeza cuando la invite a mi habitación frente a todos. Y la sorpresa fue mayor cuando accedió.
Del otro lado de la puerta del baño, estaba ella, sentada en la cama.
Y yo alargaba el tiempo para pensar que hacer.
Cuando salí, nuestros ojos se encontraron y parecía una eternidad que no nos veíamos.
Mantuve la respiración involuntariamente, Camila estaba siendo mi perdición.
-¿Tienes hambre?-pregunto.
Bajo la mirada hacia sus manos que se frotaban entre ellas.
-No realmente, estoy demasiado agotada -Murmuré.
-Si quieres regreso mañana.
-Camz.-Dije acercandome a ella.
Alzó los ojos con miedo, no podía seguir resistiendo tal tentación de probar aquellos labios.
Me lance sobre ella tomando sus labios con dulzura y desesperación.
Sus labios y los míos eran tal para cual, encajaban a la perfección.
Fui bajando mis manos de su rostro hacia sus hombros para echarla hacia atrás en la cama. Sus manos me empujaron levemente del estómago, pero yo seguía perdida en las sensaciones que tenía al tocarla.
No podía creer que tenía entre mis brazos a Camila cabello y mi boca saboreaba la suya.
Tibia, dulce, así era Camila cabello.
Llevo su mano hacia mi cabello, enredando sus dedos en el, cuando mi mano bajo hacia su cintura, ella tomo mi cabello en su mano y tiró de el hacia atrás, separando nuestros labios en el acto.
Gruñí en frustración, sus labios estaban de un color cereza.
-No.-nego con la cabeza.-No soy pasajera Lauren.
Cerré los ojos frustrada. Poco a poco mi cuerpo fue alejándose de ella.
Se veía tan pequeña en mi cama pero a la vez tan segura.
No había duda, Camila cabello era una excepción de chica.
-¿Vemos una película?-Trate de sonreír.
-No quiero enrollarme contigo, ¿Y me invitas a una películas?
Me encogí de hombros.
-Te invite a mi habitación, y por ningún motivo te dejare ir.

Era demasiado difícil creer que había una chica conmigo, en mi cama.
Del modo más inocente, con la cobija cubriéndola, pero no su cuerpo al desnudo sino aun con la ropa puesta pero su alma exponiéndose.
Miraba atentamente la televisión, con su brazo bajo su cabeza y el cabello castaño cayendo sobre la sábana.
Sintió mi mirada, y nuestros ojos se encontraron.
Verdes contra marrones.
Me deslice hacia su lado, pegando mi cuerpo a su espalda.
Y me quedé dormida en un profundo sueño, donde todo era tranquilidad.
Dónde mi alma se sentía en paz por más que mi corazón ardiera.

Camila

¿Debería levantarme y abandonar la habitación en silencio?
Lauren estaba aferrada a mi cintura, con su rostro hundido en mi pecho.
Era como tener una niña chiquita entre mis brazos con la expresión relajada.
No todo puede Salir a la perfección, mi celular comenzó a sonar con la canción de Ed Sheeran -shape of You.
Lauren hizo un sonidito en el fondo de su garganta.
-Debo contestar.-murmuré.
-Nooo.-me soltó.
Tomo la almohada y se la llevó hacia su rostro evitando el ruido.
En la pantalla ví el nombre de Dinah.
Suspiré, y tome la llamada.
-Levantense dormilonas.-sonó su voz cantaría en la otra línea.
-¿Que quieres?-Mire a Lauren que seguía con la almohada sobre sus ojos.
-Saldremos a desayunar las chicas y yo, no se si quieran acompañarnos.
-En media hora bajamos.-colgué.
-¿A dónde?-La ví quitarse la almohada, se restregó sus ojos con el torso de su mano.
-A desayunar.
-No tengo ganas Camz.
Se giró en la cama, enterrando su rostro en el colchón.
Vaya forma de comenzar el día.

-¿Y Lauren?-Pregunto Dinah con solo mirar que iba caminando sola.
-Tiene migraña.-me encogí de hombros.
O eso me había dicho ella antes de que saliera de su habitación.
¿Se habrá enojado por qué la noche anterior no cedí?
-La dejaste agotada.-se burló la rubia.
Bajé la mirada angustiada, tal vez no estuviera comportándose así si hubiera dejado que las cosas fluyeran.
Dejo de reírse mi mejor amiga.
-¡No!
Alce la mirada aterrada. Estaba demasiado sorprendida.
-No lo hiciste.
Comencé a jugar con mis manos en nervios. ¿Era tan visible para mi amiga?
-Dios Mila.
-Yo...Entre en angustia cuando sus manos comenzaron a tocarme DJ. ¿Sino le gusta lo que toca?
-No puedo creer lo que dices, saca de tu cabeza esas absurdas ideas que te metió el tonto de tu ex ,¿Ok?
Ally camino hacia nosotros con esa belleza natural que desprendía, regalandonos una sonrisa.
-Hola mis amores.-nos dios dos besos en las mejillas antes de separarse con una sonrisa.-¿Adivinen a quien persuadi para el pastel de boda?
-¿A tu tío que es de Monte Carlo?
Sin dejar de sonreír se miro las uñas fingiendo desinterés.
-Nop.
-Ally no somos adivinas.
-¡A buddy!
Comenzó a dar saltos emocionada, no tardo en unirse Dinah con chillidos parecidos al de un cerdo.
-Tuve que hacer como diecisiete llamadas en un día.-se quejó.
-Estoy tenemos que celebrarlo con una tarde de chicas en el Spa.

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