¿Qué significado tenía para mí la muerte? Cuando me hago preguntas como esta me doy cuenta lo fácil de manipular que somos los seres humanos, nos aferramos a los conceptos que otros le dan a las cosas porque es más fácil que hacerlo por nosotros mismos. Cuando era niño escuché por primera vez de la muerte y le pregunté a mi abuela si era cierto que las personas desaparecemos después de morir; esa noche me dormí llorando, porque creí que una vida así no tiene sentido. Ahora se mostraba frente a mí la parca y, ¿Cuál era ese sentimiento que sentía entonces?
- Ya es tarde para escucharme a mí mismo, es momento de actuar.
Salí de aquella habitación ferozmente, el rostro de Beatriz desapareció al cerrarse la puerta, me preguntaba si lo volvería a ver alguna vez. Tomé a Ángela y me la coloqué sobre la espalda y salí corriendo, escuché como gritaban detrás de mí para que me detuviera. Era tarde, en ese momento nada me detendría, porque ya no pensaba. Cuando llegué la coloqué sobre una cama, los pacientes de ese cuarto se nos quedaron mirando asombrados. Entonces empujé el closet.
- ¿Puedes caminar apoyándote en la pared?- le dije.
- Creo que sí.
- Ese creo para mí es más que suficiente. ¡Apurémonos!- dije y la guié con mis manos hasta adentro.
La puerta se abrió y se pudieron ver dos hombres.
- ¡Cogieron por aquí!- dijo uno.
Tal y como lo dijera mi amiga, aquello era un fragmento de las tinieblas. A pesar de eso, nos pudimos desplazar fácil y rápidamente, supongo que era porque en eso consistía nuestra supervivencia. A penas vimos la primera trampilla del sistema de conductos, nos detuvimos; Ángela subió apoyándose de mi pierna y cuando estuvo allí me tendió la mano. Por aquel falso pasillo se escuchaba pasos acercándose. Colocamos la tapa de la trampilla, pero era muy tarde, ya nos habían visto. En estos momentos nuestra velocidad empezó a disminuir, Ángela que iba adelante guiando el paso, empezaba a tener problema para respirar.
- ¿Por qué hacemos esto justo ahora?, esta gente no será la mejor del mundo, pero por lo menos nos están poniendo el tratamiento que nos mantiene vivos.
- Esta gente no está tratando la infección,- le dije- la están estudiando en nosotros. Hay mucho poder detrás de todo esto, si un montón de gente muere, para ellos no va a ser muy difícil echar un poco de tierra y dejarlo en el olvido. ¿Por qué te detienes?
- Aquí hay una de esas hélices.- me dijo Ángela y pude notar en su voz la presencia de la decepción.
A nuestras espaldas se escuchaban personas acercándose, no había opción de retroceso o de avance. Los sonidos se escuchaban cada vez más cerca. De pronto Ángela continuó, y yo la seguí esperanzado. En un momento Ángela desapareció y quedó en su lugar un objeto metálico sin movimiento, lo atravesé a duras penas antes de que se volviera a poner en marcha, haciendo un pequeño corte en el pie. Solté un grito aunque la pequeña herida no lo justificaba.
- ¿Estás bien?- preguntó Ángela.
- Si, solo fue un rasguño.
- ¡Qué rayos ha pasado!
- ¿Acaso no crees en los milagros?- dije y sonreí
Avanzamos hasta que apareció la luz de otra trampilla, por esta se sentían voces, sonidos de autos, se escuchaba el mundo.
- Siento como si fuera a dejar de respirar en cualquier momento
- No te preocupes esto acabará pronto y podrás respirar ampliamente.
- Eso me recuerda mi vuelo de hace tres meses, era la primera vez que volaba y me costaba respirar después del despegue, mi madre me alcanzó una bolsita para que respirara dentro y me dijo algo muy parecido a lo que tú me acabas de decir.
- ¿Estuviste en un vuelo hace tres meses?..., recuerdas la fecha exacta.
- Si, 13 de septiembre, era mi primer vuelo, es imposible que no recuerde esa fecha.
- ¡No puedes ser posible tanta coincidencia!
- ¿Qué pasa Carlos?
- Yo también volé ese día y Lucas, según él, recuerda incluso haberme visto en el aeropuerto.
- Espera,... ¿Qué se supone que significa eso?
- No lo sé.- dije y me dejé caer hacia la luz, a medida que me acercaba al suelo venía a mi mente la expresión de tristeza de Beatriz y esa última conversación que tuvimos.
...
- Ya es tarde para escucharme a mí mismo, es momento de actuar.
- ¿Y qué podemos hacer?- me dijo Beatriz.
- Podemos escapar por las trampillas.
- Pero Ángela dijo que habían unas hélices que impedían el paso.
- Esas hélices dependen del circuito eléctrico, si se suspende este...- hice una pausa para pensar- ¡Eureka!, el generador de electricidad está en el almacén de la enfermería solo tengo que llegar hasta allí y veré de qué forma puedo desactivarlo, tu vas por Ángela y se dirigen hacia las trampillas, entonces yo...
- No, tú vas a por Ángela, yo me encargo del generador.
- Pero para ti va a ser más difícil escapar cuando todo el mundo esté buscándonos por toda la sala.
- Ángela está muy sensible e igual me va a resultar difícil conseguir que lleguemos. Ustedes dos tienen más posibilidades estando juntos.
- ¿Estás segura?
- Si, solo no te olvides de mí si logras salir de este infierno y yo no puedo.- dijo y sonrió para disimular lo que realmente sentía.
Nuevamente el rostro de Beatriz desapareció al cerrarse la puerta y otra vez me pregunté si volvería a verlo. Algo me decía que si.
Fin de la primera parte.
16 de enero del 2017
05:52pm
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La Mariposa Negra
Mystery / ThrillerPalpitante, acida, esa luz en mis ojos me enferma Recordándome los daños de lo estéril Sumiéndome en palabras que nadie dice y todos piensan Y si cierro la puerta, si las ventanas cubro, Si esos últimos ases de esperanza los destruyo ¿Qué sabor tend...