Sumiéndome en palabras que nadie dice y todos piensan.

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- Necesito, que dé hoy mismo la aprobación para que Ángela vuelva a mi habitación.

- Si es una broma te adelanto que tengo pésimo sentido del humor.- farfulló ella.

- Voy a ser directo, Dra. Lux, la escuché hablando con un doctor hace apenas unos minutos. Estoy al tanto de que la situación de salud de Beatriz compromete a Ángela y que Julia compartía la misma enfermedad por eso eran compañeras.

- Creo que estas exagerando, las cosas no son del todo tan extremas.- por primera vez su tono de voz era apacible.

- ¿Está usted segura? , le juro que me pareció escuchar que el doctor insistía en que podía perder su trabajo.- dije con ironía.

- Me parece que nuestra conversación aquí ha terminado, si no le molesta- dijo mientras me señalaba la salida.

Antes de volver a mi cuarto me colé en la nueva habitación de Ángela y me acerqué a esta lo más próximo que pude, para evitar que Beatriz escuchara.

- Las cosas han cambiado mucho en tu ausencia, si todo sale como lo planeé pronto estaremos cerca de nuevo y podremos hablar libremente de esto. Por ahora es lo único que te puedo decir. ¡Ah!, y necesito que le preguntes a Ana por su hijo, que si llega pronto de Holanda dile.

- ¿Por qué no le preguntas tú?- preguntó Ángela confusa.

- Es que estoy muy cansado y seguro no la alcanzo a ver cuando pase por mi cuarto.

Regresé entonces a mi cuarto y me aliste para salir en cuanto llegase el momento adecuado. Tomé el pendrive y burlando la cordura, entre al cuarto de Andrés. Por suerte Andrés no estaba, así que tomé la laptop sin ningún remordimiento y me acomodé en el otro cuarto debajo de la cama.

Había una larga lista de archivos, fotos de necropsias, listados de personal médico, fotocopias de recibos con altas cifras de dinero y... ¡La mariposa negra!, volví a mirar para comprobar que no era un efecto de la sugestión, efectivamente había una carpeta con ese nombre, dentro habían varios videos que empecé a ver acelerando la velocidad, a causa de su larga duración y el poco tiempo con el que contaba. Básicamente todos eran lo mismo, comenzaban con una vista panorámica de alguna habitación del hospital y luego la cámara, tras varios movimientos extraños, se estabilizaba en un punto cerca de algún paciente, llegaba una etapa de calma, por alguna razón el paciente se quedaba solo en la habitación, entraban esos hombres vestidos de astronauta y le inyectaban algo en el cuello. La única diferencia entre un video y otro consistía en la resistencia que ponían algunos, por ejemplo un chico que se veía bastante fornido llegó incluso a escapar y arrastrarse en el suelo hasta morir frente a la puerta. Además de los videos habían un documento con la relación de los paciente donde se detallaba su fecha de ingreso, evolución, medicamentes, dieta; al final de cada una de las relaciones había una fecha sin especificación, que iba siendo tachada al igual que el nombre del paciente a medida que se hacía presente. El nombre de Lucas había sido tachado el mismo día de su partida pero con un color distinto, el de Ale estaba sin tachar y la fecha no era la de su muerte, sin embargo muchos de los que fueron tachados tenían anexado el número de registro del acta de defunción. En mi historial la fecha estaba programada para dos semanas más tarde, pero en el de Ángela...

- No puede ser, no puede ser.- continué diciendo incluso antes de entrar.

Beatriz me miró perpleja.

- ¿Dónde está?- pregunté

- Ana llegó, se estuvieron cuchicheando algo al oído y salieron. ¿Te pasa algo, te noto alterado?

- Me cansé de vivir cubierto de lodo, sumiéndome en palabras que nadie dice y todos piensan. ¡Este sitio es un puto campo de concentración nazi!

- De que hablas, te sugiero que te calmes, porque si te vuelven a encontrar en mi cuarto nos vas a meter en lio.

- En un lio estamos metidos desde que llegamos aquí. Lo realmente extraño seria que me calmara sabiendo que mi amiga puede ser asesinada hoy mismo.

- Tú enserio me estas preocupando.

- Es inútil hacerte entrar en razón en tan poco tiempo, lo mejor es que salga a buscar a Ángela ahora mismo.- dije y me dirigí a la puerta.

- ¡Espera!, casi lo olvido, me dejo dicho que te dijera que el hijo de Ana viene pronto a pasarse las vacaciones aquí, ya que en Holanda hace mucho frio para esa fecha, y es muy difícil convencerla para que valla ella.

- Oh por Dios, esto es peor de lo que pensaba. ¿De veras no escuchaste a donde iban?

- No, lo siento.

La Mariposa NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora