Capítulo 1: La persecución

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La luz se filtraba por entre las cortinas haciendo que me despertara. Me levanté de la mullida cama algo perezosa y me estiré. Abrí las cortinas del todo y, mirando el paisaje, suspiré tranquila. El sol brillaba en el despejado cielo y se oía el piar de los pájaros, junto con el ruido de los coches. Me había levantado contenta, a pesar de que fuera lunes, y al acordarme del día que era me dio un bajón repentino que vencí con una sonrisa en mi rostro. Abrí la ventana de mi habitación para que ésta se ventilase un poco. 

Salí de mi habitación después de haberme vestido con una camiseta blanca, una chaqueta verde, unos pantalones vaqueros grises y unos botines marrones. 

Llegué a la cocina para desayunar, y allí me topé con mi tío Eric, él cuál estaba tomando un vaso de leche con unas tostadas de queso fresco. 

(Mi tío Eric tiene 42 años, el pelo de color castaño claro y los ojos marrones oscuros, suele vestir con tonos claros y es bastante alto). 

-Buenos días, ________ -me dijo él elevando su vista hacia mí.

-Buenos días, tío ¿Se ha levantado ya la tía Clarissa? -le pregunté.

(Mi tía Clarissa tiene 40 años, el pelo castaño ondulado y largo, sus ojos son de color azul marino y suele vestir con tonos fríos. En comparación con mi tío ella es bastante baja).

-Sí, se levantó muy temprano para ir a trabajar a la boutique, ¿necesitabas algo? Puedes pedirme lo que sea. 

-¡Qué mal! Es que me prometió que me daría el dinero necesario para que me comprara una nueva materia -dije yo echándome el zumo en un vaso.

-¿Ahora te interesan las materias? -me preguntó con curiosidad mi tío.

-Sí, estoy interesada en una materia ________ (fuego/hielo/trueno).

-Así que una materia ________ (materia que elegiste), nunca lo habría imaginado -hizo una pausa-. Lo malo es que tu tía no llegará hasta la noche, ayer me dijo que tenía mucho trabajo en la boutique y por eso hoy ha tenido que irse más temprano que de costumbre.

-Entonces no podré comprarme la materia -dije cabizbaja.

-Otro día será -dijo él llevando su plato y vaso al fregadero.

Me bebí el zumo mientras él me decía eso. Le dediqué una mirada de corderito, a lo que él volteó sus ojos y se llevó las manos a sus bolsillos.

-No llevo ni un sólo gil encima, así que no me pidas nada.

-Joo... -dije en tono bajo, poniendo una expresión triste fingida.

-Venga, granujilla, al instituto -me indicó él.

-Espera que me cojo un bollo para comérmelo por el camino -le dije dirigiéndome a coger uno de la despensa.

Iba a salir de la cocina, cuando mi tío me preguntó:

-¿A qué hora llegarás? 

-No lo sé, tarde supongo. 

-Ya sabes que no nos gusta que estés fuera de casa hasta tan tarde -dijo preocupado.

-Tío, tengo ya dieciocho años, creo que soy lo suficientemente mayor para poder estar fuera de casa hasta tarde -dije yo tratando de disuadir sus temores.

Me despedí de él con un beso en la mejilla y salí de la cocina. Fui a mi cuarto a recoger mi bandolera negra (en la cual llevaba todas mis cosas del instituto), cogí las llaves de la mesa y salí de mi casa. 

Cuando llegué a la parada el autobús ya se había ido. No me importó mucho ya que para mí ya era costumbre que se me escapara. Por suerte el instituto no quedaba muy lejos de la parada, pero como llegaba algo tarde y la profesora de primera hora era algo estricta, decidí ir corriendo al instituto. 

[FFVII FANFIC] A tus órdenes (Rufus Shinra x TN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora