capítulo 3

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— Candy, ¿Donde estamos? — Preguntó con voz tímida.

— Digamos que este es un lugar mejor en el que te encontrabas — respondió — ¿Quieres decirme que pasó allí?

— Nada interesante, solamente algo que hacemos diariamente...

— Mhh, ok, cómo digas.

En aquel mundo de Candy era un tanto tétrico, todo parecía ser un gran circo o algo parecido, entraron a unos túneles que estaban llenos de espejos que te reflejaban de una manera extraña y tenebrosa. Mientras recorrían ese inmenso lugar, la mujer tenía una duda respecto a su compañero.

— Candy, ¿Por qué tienes colores rosas? — la pregunta le dio un poco de gracia.

— Pues, mira, soy cómo dos personajes diferentes que se han unido, algo cómo una fusión.

— Oh, Entonces ¿Soy igual que tú?

— ¿Que? ¿Por qué lo dices?

— Ya sabes, lo de Jason y eso.

— Ah, cierto eso, no diría que eres igual a mi, pero... Sabes — acarició la mejilla con suavidad de ella — no puedo hablarte sobre Ello y siempre te lo han dicho.

La mujer frustrada, suspiró haciendo que un mechón de su corto cabello se moviera, y Candy lo puso en su lugar.

— Simplemente quiero saber un poco más sobre mi, pero no me contestan y mucho menos Puppeteer... ¿Acaso hice algo tan malo para que no me lo quieran decir? — La mujer comenzó a caminar por el interminable corredor lleno de Espejos, hasta que perdió de vista a su compañero.

— ¡Hey! ¡No te alejes tanto! — Exclamó Candy, pero ya la había perdido — carajo, me traerá problemas.

...

El lugar cada vez era más y más oscuro, el olor a humedad y polvo hacían que la mujer empiece a tocer, sacó una mascara que le cubría hasta la nariz, al menos eso evitaría que entre más cosas.
Una melodía se hizo escuchar era muy animada y pegadiza, tanto que comenzó a tararearla, siguió la música pensando que allí se encontraría Candy, pero... Algo le impidió seguir, la música comenzó a ponerse tétrica, daba miedo seguir.

— ¿Candy? — preguntó con miedo — No quiero que juegues así conmigo, sabes que soy asustadiza.

La música paró, un gran silencio se hizo en aquel lugar hasta que de repente, se oía algo cómo si estuviese rodando, buscando de dónde se emitía, una pequeña pelota chocó en sus pies, se agachó a recogerla y en la parte de atrás tenía algo viscoso, la giró y tenía una gran mancha Roja, con miedo la tiró al suelo.

— ¡Candy, basta! ¡no quiero jugar! — gritó a punto de romper en llanto.

Uno, dos, tres y cuatro pasos se escucharon frente a ella, pero la oscuridad le impedía ver.

— ¿Candy? Quiero irme a casa... — con voz temblorosa estiró su brazo hacia él, pudo sentirlo, alguien estaba frente a ella.

— ¡Hey, vámonos! ¡Puppeteer está aquí!

A lo lejos se escuchó la voz de Candy, asustada se separó de quién sea esa persona y fue corriendo lo más rápido que pudo hacia Candy Y Puppeteer, la persona desconocida comenzó a reír de una manera retorcida, la mujer miró hacia atrás y pudo ver la mano de Aquél, saludándola y en la misma estaba llena de sangre.

— ¡Puppeteer! — gritó desesperada, corriendo por ese lugar infinito.

Sus piernas temblaban del cansancio, el camino parecía eterno, hasta que los vio, sin dudarlo abrazó a Puppeteer y con lágrimas en los ojos.

— ¿Que te sucede? ¿Donde estabas? — Preguntó Candy.

— ¡Allí había alguien, pensé que eras tú! solamente llevame a casa, tengo mucho miedo.

— tranquila, ahora estoy aquí — Puppeteer comenzó a acariciar el cabello de la mujer y la alzó cómo si fuera una muñeca, llevándola a casa.

Offenderman Y Doll (Temp. 2 Sick For You) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora