II : En buenas manos

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Angus, tu madre trabaja temprano en el día de hoy, no vayas al colegio, ya que irá Utrox, el chico que te atendió cuando estabas herido.
  — Saludos, mamá.

Ya era la segunda vez que lo hacía en menos de solo tres semanas, el irse sin antes avisarme. Además me dice que un tipo vendrá a cuidarme, que me nombró "Crantz". En cuestión de un tiempo tocaron la puerta, cuando fui a abrir me encontré con él. De nuevo estaba con sus poses raras; mano en el mentón, bostezando, con ojos entre abiertos y su mirada rebajadora.

—Hey niño. No me mires así, no soy tu príncipe—dijo sonriendo mientras entraba a casa.

—¿Qué haces? pide permiso aunque sea—le dije poniéndome enfrente y mirando hacia arriba.

—¿Permiso? tu deberías pedir permiso de estar acá, pise más veces este suelo de lo que supones —a medida que se acomodaba el pelo.

—¿Qué dices? deja de mentir—

—Ya basta, no fastidies. Recuerda que soy amigo de tu madre desde antes que nacieras—chocándome.

Gestos como esos eran lo que ya me hacían enojar, si bien era algo enojón, esto me sacaba de quicio.
Cuando menos me descuido al cerrar la puerta y mirar hacia la sala de estar, lo veo sentado en el sillón con las piernas cruzadas mientras cambiaba de canal—Por eso no me gusta la televisión, son puro chismerío y cosas sin sentido—sacaba una bolsa de caramelos de su bolsillo izquierdo.

—Estás cómodo ¿no?—acercándome al televisor para apagarlo.

—La verdad que no, se nota que esta viejo el sillón. Ni hablar del olor que larga, a muertos literalmente. Por cierto el control no anda del todo bien, los botones no reaccionan al instante—mientras comía algo redondo.

—¡Deja de ser tan engreído y no comas esos dulces en el sillón!—

—¿Dulces?, no chiquillo. Es mucho mejor que dulces—riendo me ofrece uno.

—Esto... ¡¿Esto es un ojo?!—al instante que me di cuenta le golpee la mano haciéndole caer el ojo de su mano y corrí hacía arriba—¡Ayuda!—

—Uhg los ojos no se tiran ¡al maldito piso!—

Cuando escuche sus griteríos mire hacia atrás para ver si estaba siguiéndome. Pero no era así, al retomar la mirada hacia el frente me lo choque

—¡Ah! ¡¿Cómo hiciste eso?!—pregunté en el suelo tras caerme.

—Magia, cosa que nunca aprenderás por lo visto niño—

—Angus—acoté.

—Cómo te decía niño, si tu madre me llamo no es para que sea tu niñerito. No esperes que te prepare la leche, cocina, visitemos distintos lugares o escuches historias para dormir. Estoy aquí para ayudarte en todo lo que te espera, o al menos en enseñarte algunas cosas para que puedas enfrentarlas, solo eso—tomando asiento en el suelo.

Luego de ello me comenzó a contar ciertas cosas. Me dejaban con la boca abierta y con ganas de saber más. El término "Daemon" proviene del inframundo, tras el contacto del hombre mortal que se presentó hace miles de años atrás con los primeros demonios. Es originario del latín debido que en esa lengua fueron los primeros avistamientos. Los del inframundo no son todos demonios. Podrás encontrar arcángeles, trolls, hadas, monstruos, animales tantos salvajes como domésticos, y hasta mortales. Después de todo es tierra de nadie. Puede haber sujetos que quieren llevar una vida normal, hasta otros que asesinan a los de su misma especie por diversión. Seguramente te preguntaras el por qué te digo esto, simple, es para que veas que todo aquél que se acerque a ti no será para hacerse amigo. Queda demás decir que cada uno puede tener habilidades distintas tras haber entrenado o nacer en cierto pueblo o nación.
Todo iba de maravilla, estaba atento a todo lo que decía. Hasta que por algún motivo se me nublo la vista escuchando la misma voz gruesa e engreída de nuevo.

El heredero oscuro || La gema sagradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora