VIII : Las gemas

97 8 4
                                    




El trayecto había finalizado, estábamos enfrente de la cueva. Todos nos bajamos de nuestras invocaciones y enseguida dimos comienzo a avanzar por aquel lugar. El sitio parecía estar desolado, en el suelo se veían algunas huellas que tenían bastante tiempo. A su vez se encontraban herramientas oxidadas por alrededor, pero lo impactante fue toparse con una puerta enorme de color azul. Utrox apoyo su mano derecha en ella mientras recitaba algunas oraciones para penetrarla. Pero era en vano. Por ende eligió usar un hechizo donde provoca que la materia del cuerpo sea capaz de atravesar estructuras físicas. A los pocos segundos de desvanecerse se abrió la entrada de aquella estructura. Posteriormente nos adelantamos, parecía ser una especie de templo antiguo, algunos ladrillos que fueron utilizados para paredes tenían el mismo color azulado de la puerta, en determinados momentos se veían copas, platos, cubiertos en sí, destrozados; al igual que cuadros y sillones. Las salas que se encontraban por el sitio estaban en las mismas condiciones que las demás, abandonadas.

—Encontré algo, chicos—dice Mitty mientras corre un armario de gran tamaño—Parece ser un pasadizo ¿no?—mirándonos a todos.

—Yo iré primero, no tengo nada que perder—dijo el prisionero de cual no sabíamos su historia.

—Quitian ¿seguro? no sabemos lo que podría llegar a ver del otro lado—dice Beter.

—Qué más da... soy el más viejo—lanzando una tos seca como su tono de voz.

Quitian, toma la delantera seguido por Beter y Dadá. Detrás de ellos tres estaría yo, acompañado con Utrox y Mitty. Y en el fondo cuidando la espaldas de todo se harían presentes los hermanos. El túnel por donde estábamos pasando era bastante estrecho, parecía que te ahogabas por falta de aire, pero por suerte se pudo soportar. Al lograr salir de él caímos en una mina, donde su aspecto nos decía a todos que era enorme. Utrox señalaba para dónde ir, ya tenía experiencia en este lugar. Todos iba bastante bien, hasta que presintió energías de otros sujetos a pocos metros, decidimos frenar, y aguardar que desaparezcan, pero no sirvió de nada, ya que no eran capaces de irse. De repente la parte superior donde nos encontrábamos comenzó a caerse, y de los lados salían espectros color azulados con ojos oscuros. Sus garras eran extensas y con ellas trataban de herirnos, eran demasiados, y por esa misma razón comenzamos a correr buscando una salida. Ronald, unos de los hermanos, crea una barrera mágica, pero su poder había disminuido bastante al no entrenarse durante todo este tiempo. Eso provoco que su hechizo sea destruido fácilmente, sin esfuerzo. Fabricio lo sujeto del brazo rápidamente y lo atrae hacía él para seguir escapando. Por desgracia una de los espectros logra provocar la caída de Dadá, que en segundos fue succionado sin dejar rastros. Beter impactado de lo sucedido crea murallas de metal puro, impenetrable para las bestias.

—¡No lo lograre por mucho tiempo!—cayéndole gotas de sudor por su rostro.

—Te ayudare con la muralla—Fabricio a medida que su mano sobresalía un color celeste.

—Crantz, las gemas están escondidas en algún lugar. Puedo sentirlas—comentaba Utrox mientras dibujaba unos símbolos en su brazo con una tinta negra—Mitty ya sabes que hacer—Alternamente Mitty también se hacía los mismos dibujos en su piel, y entre ambos recitaban una oración, invocando un pequeño portal.

—¿Tendré que ir sólo?—pregunté un poco inquieto.

—No, yo te acompañare—respondió Quitian.

Ambos entramos rápidamente, las gemas estaban justamente enfrente de nosotros. Abrimos unas bolsas que llevábamos y seguidamente metíamos a más no poder los minerales necesarios. Ya estábamos llenos, por demás, el portal se comenzó a abrir nuevamente pero de una manera más lenta. Aunque del fondo se acercaban espectros a más no poder, enojados y con una rabia enorme se aproximaban a una velocidad increíble. El prisionero que me estaba acompañando se pone enfrente de mí y con su mano izquierda me lanza un reloj bastante antiguo. Alzo la voz y dijo—Guárdalo, sabrás muy bien a quien dárselo, y hasta entonces, por favor... no seas como tú padre—con una aurora de una presión increíble me lanzo a la runa sin darme cuenta, haciendo que él quede encerrado en aquel lugar, sólo, y yo con el grupo. Del otro lado, en donde me transporto se encontraban Utrox, Mitty y Beter combatiendo.

El heredero oscuro || La gema sagradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora