V : Los pecados

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 Hubo una noche donde la rutina cambiaria, y fue al notar la presencia de Mitty en mi habitación. Realmente me asuste, pero trate de disimularlo, no quería parecer un cobarde. Parecía tener algo muy importante en la mochila que llevaba en la espalda, su cara de felicidad lo decía todo. Al abrirla saco un rollo de papel que parecía poseer unos cuantos años, cuando comenzó a desenrollarla note claramente que era un mapa, donde se hacía presente varias escrituras de un idioma incompresible para mi conocimiento.

—¿Se te hace conocido?—pregunto.

—No sé, nunca lo vi—respondí.

—Te pregunte si se te hace conocido, no si lo viste alguna vez—

—Uhmm, déjame ver con más atención—

Al sostenerla con mis manos pude notar una adrenalina increíble por mi cuerpo, se me hacía familiar, era ilógico, porque realmente nunca tuve contacto con ese vejestorio de papel.

—Sé que también lo sentiste, increíble ¿Verdad?—Mirándome a los ojos con asombro.

—¿De dónde lo sacaste?, no quiero más líos—dije.

—Tome prestado la llave de la oficina del ex profesor Kavo en la dirección—dijo sonriendo.

—¿Eres idiota? devuelve eso, hay cámaras por don quién—

—Tú crees que lo soy, pero puedo sorprenderte con las cosas que hago—

Mientras que me hablaba estaba sacando una especie de pócima, donde ella dio el primer trago y desapareció totalmente.

—No te asustes, bebe esto, te hará invisible, incapaz de ser notado por los humanos— Adhirió.

Sinceramente no sabría lo que esta chica podría llegar a hacer, una locura, o simplemente algo estúpido. Pero en ella había algo que realmente te convencía, puede que sea estúpido capaz, pero me deje llevar y la seguí.

Me hacía recorrer los pasillos extremadamente enormes, pasando por todas las habitaciones que jamás note. Me termine perdiendo, ya no sabía dónde estaba situado, debía confiar en mi única guía que era ella. Terminamos ingresando en algunos sitios, que quedaban por debajo de la planta baja del instituto. Encontré una vela tirada en el camino, había perdido la cuenta de cuantas escaleras y direcciones tomamos. En un momento llegue a pensar que ella era un demonio malvado que trataría de asesinarme, o devorarme, como todos los que conocí salvo Utrox.

—Angus ¿Estás listo?—Dijo antes de ingresar a la última puerta del corredor.

—Sí, ehm... lo estoy—

—¡Já!, que inseguro eres hombre—

Era un lugar donde teníamos que encender la vela con nuestro fuego de Daemon's de lo oscuro que se encontraba. Estaba repleto de afiches, mapas, cuadros, en las paredes. Hojas desacomodadas en la mesa, todas con dibujos de bestias con sus respectivas características, palacios con coordenadas a descubrir y libros que hablaban de la conexión Inframundo-Tierra, todo esto te hacía pensar que era de un investigador muy bueno en lo que hacía. Mitty, no le daba mucha importancia a las cosas, simplemente se dirigió a un objeto de gran tamaño donde estaba siendo tapado por una manta negra.

—Por esto te llame—dijo al sacar la manta dicha anteriormente.

Era un portal artificial. Poseía una abertura de un tamaño leve notable por los colores, las palabras que poseía estaban en castellano. Había una frase en mayúscula alrededor del arco que formaba el artefacto que decía "La inmortalidad es solo para sabios". En ese preciso momento me quede pensando muy seriamente y fue cuando recordé la historia de Bills. Fue el creador de tal frase, eso quería decir que en la habitación donde estábamos situados era utilizada en su momento por el mismo. Era inaudito, en cierta parte cuando escuchaba al profesor de historia creía que era simplemente un mito, una leyenda de Cazdma.

El heredero oscuro || La gema sagradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora