WE ARE BROKEN (LS)

Epilogo.

    Habían pasado unos años desde el vídeo de Louis, Harry nunca hablo con los medios acerca del tema, siempre que le preguntaban el se desviaba del tema y hablaba de otra cosa. A los doce años de casados con Oliver decidieron por decisión mutua, divorciarse. Ya llevaba dos años de soltero, y estaba bien así.

   En cuanto a Louis, el estaba bien siendo un padre soltero, había ganado la custodia de Freddie ganándole a Briana. Estaba totalmente alejado de la droga, y ahora se había vuelto un gran jugador de fútbol, aunque cada tanto daba alguna que otra aparición en los escenarios. 

   En algún bar de Londres. 

 Louis se reía junto al barman, quién le hablaba acerca de las travesuras de sus hijos, el ojiazul tomo un trago de cerveza y miro a un costado. Había un hombre de espaldas que estaba acompañado de una mujer, le resultaba conocido, hasta que escucho esa risa, esa risa que no oía hace muchos años, una ola de sentimientos que creyó muertos estaban ahí presentes.

 Y el hombre se dio vuelta, joder, aun con los pasos de los años seguía siendo tan hermoso. 

Todo este tiempo estuvo orgulloso de haberlo superado, todo eso destruido por aquel par de ojos verdes. 

  — ¿Vas a decirme 'hola' o vas a seguir babeando?  —Dijo con una gran sonrisa, Louis inmediatamente se percato de que tenía la boca abierta y la cerro, Dios, ¡que verguenza! 

¿Aun había tiempo para que Larry finalmente dejase de ser una fantasía de ambos y pasara a ser real?  

Es ahora o nunca, pensó el ojiazul.

 —Hola —Sonrió provocando que se marcaran lineas a los costados de sus ojos, Harry le volvió la sonrisa. 

Era el momento de Harry y Louis.

(...)

La boca de Harry encontraba sobre los labios dulces de Louis, devorándolos con suavidad y parsimonia, siendo delicado, disfrutando de cada momento.  Era la primera vez que se besaban y ya se habían vueltos adictos a los labios del otro. 

Harry se separo jadeante y sonrió:—Me siento como si tuviera dieciséis años —Louis río. 

  —Sigues siendo igual de hermoso que cuando eramos jóvenes... —Hablo el ojiazul— ...aunque ya estés viejo —Acoto por lo bajo. 

  El ojiverde lo miro ofendido, abriendo los ojos: —¡Hey! No puedes decir nada, eres mas viejo que yo —Dirigió sus manos a los costados del cuerpo de Louis y comenzó a hacerle cosquillas como castigo a lo que había dicho.

La noche transcurrió entre risas y besos, ambos se amaban y mucho mas importante, eran felices.