Me enseñaste a confiar. Incluso cuando no había razones para hacerlo.
Las chicas que estaban locas por ti me atacaban. Me llamaban zorra, puta, asquerosa, necesitada, todo por subir fotos con mi hermano. No sé cómo ni por qué se puede odiar tanto a alguien solo por extrañar a una persona muerta, sin embargo nunca se cansaban hasta encontrar la forma de atacarme, de hacerme creer que no te merecía sólo porque eras famoso. O porque eras grandioso, atractivo y eso las enamoraba. No sabría decir cuál de las dos razones agregaba más peso, pero sea como sea, el resultado era el mismo.
Odiarme.
Hacerme sentir culpable.
Como si el hecho de que fueses una figura pública te hiciese dejar de ser tan humano como todos.
Y como si eso, por si fuera poco, repercutiera también en mí.
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Gonna get better
Short Story«No entiendo por qué crees que no soy feliz con nuestro paraíso, si sabes que sólo te quiero a ti»