No me gusta pensar en cómo ocurrió, explicártelo fue lo más difícil del mundo, pero verte... tu reacción, tu mirada triste, la forma en la que luego dijiste:
—Lamento esto, Karma. Me odio por no haber venido antes.
Me mató. Simplemente me mató, en especial cuando tuve que contarte la peor parte, lo que mamá pensaba al respecto. No esperaba que te enfadaras, pero verte hacerlo me hizo caer en la cuenta de que nada de eso estaba bien, de que yo no estaba bien y que jamás debería haber aceptado sus palabras como algo posible. Aunque le creí, me sacaste del hechizo de la tristeza cuando reaccionaste por mí.
Así que la enfrenté. Lo hice con tu ayuda. Y parece que escucharlo en boca de alguien más la ayudó a abrir los ojos.
Empezaré terapia la semana entrante. De nuevo, gracias a ti.
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Gonna get better
Short Story«No entiendo por qué crees que no soy feliz con nuestro paraíso, si sabes que sólo te quiero a ti»