Entonces me puse a pensar. De verdad que lo hice. Y me pregunté: ¿cuándo es el momento? ¿Existe siquiera? ¿Por qué tenemos que esperar a que llegue, por qué no podemos sólo crearlo por nuestra cuenta? Porque ahora mismo podría llamarte yo. Y tú podrías atender. Entonces hablaríamos. No tendríamos otro remedio que hacerlo. ¿No sería, si tan sólo lo hiciera, este el momento? ¿No puede ser cuando sea, como sea, y de la forma en la que tenga que ser?
Quizás, viéndolo como lo ves tú, nunca sea el momento.
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Gonna get better
Short Story«No entiendo por qué crees que no soy feliz con nuestro paraíso, si sabes que sólo te quiero a ti»