Capítulo 6

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La tribu comenzó a empacar sus cosas al día siguiente. Me enviaron a los campos de nuevo para tratar de obtener algo de los últimos granos. El Azotador me acompañó mientras Frigga se ocupaba de los demás.

No tuvimos mucho éxito, el grano estaba escasamente disponible. Mi bolso quedó lamentablemente pequeño. Los otros podían caminar libremente y más rápido, se habían alejado de nosotros a las áreas donde hasta ahora no habíamos estado en poco tiempo, tendrían un poco de mejor suerte allí, ya que habría más granos. Lentamente los perdimos de vista. No pensé que eso pudiera pasar, pero a nadie le importaba mucho lo que hicieran un viejo y un forastero.

El Azotador trabajó con apuro. Él también podía ver lo poco que recogíamos y parecía preocupado. Me di cuenta de que no era el único en esta tribu cuyas comidas dependían de una abundante provisión.

Trabajamos en silencio, ambos decididos a llenar nuestras bolsas tanto como fuera posible. Cuando llegó el mediodía, el Azotador no quiso detenerse para descansar. Tampoco yo descansé, pero mantuve mis ojos en las copas de los árboles. Los cazadores habían estado regresando con más y más pájaros cuando las presas más grandes salieron de las llanuras. Yo era bastante bueno en cazar pájaros, y quería probar mi suerte.

Pero tendría que convencer a al Azotador.

Lo miré por el rabillo del ojo hasta que se dio cuenta de mi mirada.

"¿Wa?" bufó.

Miré hacia los árboles y señalé.

"Aves." Dije. "Da craw aves."

Su ojo se estrechó.

"Yu hew wa yu dold." dijo.

Tiré de la cuerda que nos conectaba.

"Da craw dem, da craw iveh dem."

Los cazo, cazaré cinco de ellos.  O al menos esperé que eso fuera lo que dije.

Me miró con sospecha. Cinco era u numero grande, pero yo no tenía arma.

"¿Powe?" preguntó.

Pensé que me preguntaba cómo lo haría, así que me agaché para tomar una roca del suelo. No era la situación ideal, ¿pero cuando los dioses nos entregan todo perfecto?

"Seh," dije y tiré la piedra con un rápido movimiento de mi muñeca.

La parte superior de un tallo cayó. Respiré de alivio. Yo era bueno, pero no perfecto, si hubiera fallado entonces jamás lo habría convencido.

"Da craw dem." Dije de nuevo.

Me miró pensativo, luego miró los tallos que nos rodeaban.

"Hinahden, goinat liep flacks yu hwew hewr craw, ut i yu craw du wei uy a pwuk whet ghen." Me dijo.

El permiso parecía dado. Se dirigió hacia los árboles y yo me arrastré detrás de él. Busqué en el suelo por piedras adecuadas para tirar. Cuando encontré tres, guardé dos en una mano y pesé la tercera cuidadosamente en la otra.

Nos deslizamos tranquilamente bajo los árboles, buscando una buena presa. El Azotador era ligero de pies, sus viejos instintos de caza seguían ahí. Su único ojo escudriñaba las copas de los árboles y su cabeza se giraba ante los ruidos de los pájaros, tratando de localizar su ubicación.

Señaló uno antes que yo, observando un pájaro de buen tamaño en las ramas. Se quedó inmóvil mientras me alejaba lentamente el brazo y yo envié una plegaria a mi dios para que pudiera matarlo rápidamente.

La piedra lo golpeó de verdad y el pájaro cayó. Ambos salimos hacia el lo más rápido que pudimos. Aterricé sobre el sólidamente justo cuando estaba luchando para volar de nuevo. Un rápido chasquido de su cuello lo hizo nuestro.

Cavemen // ThorkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora