Recuperación

9.2K 599 338
                                    

Narra el guapo, varonil y apuesto Gastón

—Muy bien, monsieur  Gastón, ya está curado, puede regresar a casa— me dijo el doctor y me levanté de la camilla

—Lo sabía, una simple caída no es rival para estos bebés— besé mis bíceps, eran brillantes y hermosos, aunque debía ejercitarlos más.

Me puse mi gallarda vestimenta de cazador y salí glorioso del hospital.

—¡¡¡GASTOOOOON!!!— Escuché la voz de mi enano y mucho menos apuesto que yo amigo, Lefou, quien corría a abrazarme.

—¡Lefou, qué gusto!— lo saludé, en realidad me alegraba verlo

— Gastón, estás tan radiante como siempre— me sonrió el enano

—Lo sé—dije con orgullo. Yo siempre estoy radiante

—¡Vamos a celebrar tu recuperación con los muchachos en la taberna!— me aconsejó y tomamos un carruaje para trasladarnos. Llegamos a la taberna, tenía tiempo que no tomaba una cerveza bien fría. Lefou abrió la puerta y me anunció triunfal.

—¡Caballeros, el gran Gastón ha regresado!— dijo con alegría y yo entré haciendo mi pose de victoria. Todos en el bar me aplaudían y me saludaban, gritaban "hurra" y las muchachas se alocaban.

— Antoine​, dame un tarro de tu mejor cerveza— le ordené al tabernero

—Como digas, Gastón— él accedió amablemente y me dió mi espumosa bebida embriagante

—Es más, que mis amigos pidan las rondas que quieran, ¡yo invito!— fui muy generoso y todos me aclamaron. Me senté en mi adorado sillón de piel, bebí un poco de cerveza y suspiré.

—Cuéntanos, Gastón, ¿cómo has estado desde la caída?—preguntó Reynold Dupont, un colega cazador.

—Pues las heridas sanan y mi cuerpo es y siempre será sensacional— respondí con energía

—¿Y qué pasó con la chica?— dijo François Dulac, un viejo amargado, pero buen pescador. De repente todo se derrumbó dentro de mí, y me invadió una sensación de melancolía y humillación.

—Se fue con la bestia— dije rabioso y giré mi sillón

—No te desanimes, Gastón, esa mocosa no sabe lo que se pierde— Lefou intentó animarme

—Tal vez tengas razón, pero me costará trabajo encontrar a otra chica igual o mucho mejor que Bella— me bebí de jalón la cerveza

—Vamos Gastón, recuerda que naaaadieee— Lefou comenzó a cantar y todos en el lugar lo secundaban:

Nadie es ágil como él,
Nadie es hábil como él
Nadie es tan valiente
Como el gran Gastón...

—Suficiente de cantos— arrojé el tarro, no estaba de humor musical

—Eres el mejor, Gastón, podemos salir a conquistar chicas mañana— Lefou alzó las cejas

—Tienes razón, no dejaré que una flacucha de pueblo me debilite— me levanté y todos me aplaudieron y brindaron por mí.

Era seguro que el día siguiente estaría al acecho de mi futura esposa.

Nadie es como Gastón ( Gastón y tú ❤️)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora