Nadie es como Gastón ( Gastón y tú ❤️)

Nada es lo que parece

— ¿Por qué haces esto? — le pregunté a Albertain, su comportamiento era demasiado raro

— No tienes idea de lo duro que es vivir siendo la burla de todos. Tantos años queriendo ser algo más que un chico escuálido y torpe. Nunca me dieron oportunidad de participar en torneos, en cacerías de verdad, sólo porque no tenía el 'peso adecuado', nadie quería darme una oportunidad de demostrar mi estrategia — respondió con rabia

— Berty, yo...

— ¡NO ME LLAMES ASÍ!— me interrumpió bruscamente—  Ese estúpido sobrenombre me ha atormentado por años y esta noche haré pagar al que me arruinó la vida — Albertain salió de la habitación y me dejó ahí encerrada

Aquel dulce chico que yo creía conocer se estaba comportando como un tirano, hablaba a gritos y se expresaba de Gastón con un odio inmenso.

No lo culparía, tal vez Gastón podía ser  abusivo y mentiroso, pero ningún error era lo suficientemente grande para que Albertain acabara con su vida o para usarme de rehén.

Narra Gastón

Devastado, humillado y rechazado por la chica más bella del pueblo.

Otra vez.

Estaba tirado en mi cama, un gran tarro de cerveza me acompañaba para hacerme sentir un poco menos miserable.

— ¡GASTOOOOOOOOÓN!— escuché la voz de Lefou y éste entró a mi cuarto interrumpiendo mi tristeza

— ¿Qué quieres? — le dije un poco molesto

— ¡Albertain se llevó a __________! Tenemos que ayudarla — dijo preocupado tomándome del brazo

— ¿Y? De todas formas ella lo quiere más que a mí — respondí intentando no darle importancia

— ¡No es eso! ¡ Yo ví que él la tomó por la fuerza y la llevó lejos! ¡Ella corre peligro! — el enano amigo insistía en llevarme

— Está bien — dije aún desanimado

Subimos nuevamente a su caballo, y nos dirigimos a dónde Albertain se encontraba. Estaba muy oscuro, pero el camino me parecía familiar.

— ¿Estás seguro que es por aquí? Parece que regresamos a donde estaba hace unas horas — le advertí a Lefou, pues el bosque de la montaña se asemejaba al lugar donde me tenían cautivo

— Sí, ví que se dirigía hacia aquí.

Albertain, la casa de las montañas, _________...

Todo comenzaba a cuadrar.

Él había tratado de sabotearme. Decidió secuestrarme para estar con __________ y me dejó libre para ver cómo la besaba frente a mí.

Llegamos al lugar, bajamos del caballo y buscamos señales de __________ entre las ventanas.

No parecía estar allí, además, la oscuridad no ayudaba mucho para distinguirla.

— Espera aquí, Lefou, voy a salvarla — dije dejando a mi amigo solo

— ¿Estás seguro? Parece algo arriesgado — Lefou trató de acompañarme pero se lo impedí

— Estaré bien.

Traté de derribar la puerta, pero igual que antes estaba abierta, esperándome, como si él supiera que iría. Al entrar, encontré un pequeño candil sobre la mesa y lo encendí para poder ver mejor.

Busqué a _________ en las primeras habitaciones, sin embargo no estaba ahí. No fue hasta después que recordé el sótano donde Albertain me había encerrado, entonces decidí bajar.