Nadie es como Gastón ( Gastón y tú ❤️)

Felices por siempre

Por fin era el día, el momento que desde pequeña esperé verlo llegar : mi boda.

Me levanté de la cama con la energía al 100, tenía tantas ganas de estar frente al altar de la mano de mi adorado Gastón.

— ¿Ya despertaste, _________? — dijo mi abuela desde afuera de mi habitación

— ¡Por supuesto!, Ni siquiera pude dormir de la emoción — le respondí dándole un abrazo

— Me alegra tanto que mi pequeña se vaya a casar — mi abuela empezó con el sentimentalismo

— Gracias por apoyarme, abue — nos separamos y bajamos a desayunar

— ¡Pero si es la novia más bonita del pueblo ! ¿Cómo amaneciste? — mi abuelo llegó a acompañarnos con la misma alegría de siempre

— Muy bien abuelo, gracias — respondí cortando la tarta especial que mi abuela hizo para mí

— Me da gusto por tí, pero no comas tanta tarta o el vestido no te va a quedar — bromeó mi abuelo

—  ¡ Jean - Marc ! — su esposa lo regañó y todos nos reímos

Después del desayuno, procedí a darme una ducha para estar limpia y fresca para mí ceremonia.

Al cabo de unos 15 minutos, me encontraba sentada  en mi cama en bata, desenredando mi cabello húmedo.

— Hija, las chicas ya llegaron para ayudarte — dijo la abuela abriendo ligeramente la puerta

Por "las chicas" sabía que se refería a sus amigas Cher, Amélie y Karim, unas señoras muy simpáticas.

— ¡ Hola querida ! Estás radiante — dijo la entusiasta Karim al entrar

— Gracias, Madame Karim — respondí y nos saludamos de beso

— ¡ No puedo creer que ya te cases, _________! Hace unos meses tuvieron su primera cita — secundó Cher saludándome
también

— Ni yo, ¡ es una locura ! — respondí con una risita

— ¡ Nuestra pequeña __________ se va a casar !, ¡ Qué bello ! — Finalmente llegaron Amélie y su gato haciendo un melodrama

— ¡Tranquilas, señoras dramáticas ! — mi abuela impuso el orden — Hoy es un día muy especial para mi nieta y debemos dejarla divina — dicho esto, todas  empezaron a trabajar

— Algo nuevo — dijo Cher y me extendió un hermoso vestido de novia, me lo puse de inmediato y ella me ayudó con los broches traseros

Parecía una esponjosa nube blanca y el largo del vestido daba hasta mis talones.

Posteriormente, me senté en una silla y  la abuela Lidy comenzó a peinarme, cepilló mi cabello y lo juntó completamente en una cola de caballo y, luego de eso, la enroscó formando un moño.

— Algo viejo — la abuela coronó mi moño con una peineta plateada con un pequeño un corazón de diamantes — Era de tu madre, también lo utilizó el día de su boda — añadió con nostalgia

Era el turno de Amélie, quien bajó a su minino para poder maquillarme. Me puso unos cuantos polvos sobre el rostro, delineó mis ojos ligeramente  y rizó mis pestañas, después de ello, le dió color a mis mejillas y pintó mis labios.

— Algo prestado — dijo Amélie colocándome un collar plateado que combinaba a la perfección con la peineta

Finalmente, Karim me obsequió unas preciosas zapatillas de piel de serpiente con esmalte blanco y una brillante piedra azul en la punta.