Capítulo 5: Sorpresa

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                                                                                       Hazel

La primera vez que vi a Erik Durm fue en una fiesta, yo estaba con mis amigas, él con sus amigos, lo sé, suena muy cliché y lo que viene es todavía peor; sí el típico cuento de que conectamos miradas y yo quedé enamorada a primera vista porque él es demasiado lindo, ya sé que suena muy aburrido pero para mí no lo es, ¿y saben por qué?, porque me pasó por primera vez.

Cuando se trataba de chicos siempre fui demasiado tímida y miedosa, nunca podía actuar realmente con naturalidad cuando conocía a un chico, los nervios me traicionaban y era demasiado torpe. Pero cuando vi a Erik todo fue diferente, creo que me gustó tanto que los nervios desaparecieron junto con la ola de oxitocina, endorfina y adrenalina, supongo que esa sería la mejor explicación científica, en español sería algo como: todo un zoológico en mi estómago. 

Hicimos contacto visual y mi corazón latió aceleradamente, para mí con esa mirada había sido suficiente, pero minutos después se acercó y se presentó, me preguntó mi nombre, me ofreció un trago... ya saben las típicas cosas.

Créanme cuando digo que jamás pensé que algo así me ocurriría, lo que vino después de eso fue una cadena de sucesos que no creo poder olvidar, como bailar en medio de un campo de fútbol a media noche. Y no tienen idea de lo feliz que me hacía, pero al mismo tiempo me hacía infinitamente triste pues sabía que el debía irse, tenía otra vida completamente diferente en Alemania, empezamos sabiendo que teníamos un final, tal vez por eso nunca le pusimos nombre a lo nuestro...

En fin, las cosas cambian en muy poco tiempo, mi familia decidió que mudarse a Alemania era mejor para el negocio y hace 2 semanas que estoy aquí, recordando nostálgicamente los últimos dos meses y sin saber si debería o no hablarle a Erik.

Me sorprende que estemos en un centro comercial, que no es cualquier centro comercial si no el mejor de la ciudad, y no has entrado a ninguna tienda en lo que llevamos de recorrido -Dice mi hermano Marc mientras se  detiene para clavar sus expresivos ojos verdes en mí- 

No me mires así, parece que tienes visión de rayos x emocional -Digo y sigo caminando-

Entiendo que no estés feliz aquí, yo tampoco lo estoy, estaba a punto de ser fichado para jugar en Madrid la ciudad donde nací y a la que tanto amo y de pronto mi familia se muda a la tierra de la cual lo único que conozco es el oktober fest y la cerveza, oye eso sí que es un cambio, pero tenemos que ser positivos -Marc tiene un don para encontrar siempre palabras que te hacen sentir mejor, me reconforta escucharlo de alguna forma-

Tampoco estoy molesta, es solo que no tengo muchas ganas de hacer lo que hacía en Madrid aquí, y ni siquiera tengo amigos como para salir, sólo quiero que me dejen en paz... quiero ir con calma -Le respondo encogiendo mis hombros mientras sigo caminando a su lado-

Te entiendo, pero tu también tienes que entender que a mis papas les pesa verte así, se sienten culpables, debemos hacer un esfuerzo por mostrarles buena cara, todo lo que ellos hacen es por nosotros -Dice mientras pasa su brazo por encima de mis hombros abrazándome-  Los Bartra siempre hemos sido unidos hasta en las peores situaciones...

Sí -Respondo mientras visualizo a uno pocos metros una insignia de Starbucks- Quiero algo de Starbucks ¿vamos? 

Yo quiero ir a ver las camisas de esa tienda, ten efectivo pide lo que quieras y yo luego te alcanzo ¿sí? -Extiende unos billetes en mi dirección, los tomo y luego nos separamos-

Camino con lentitud hasta llegar a la cafetería, miro el mostrador y las cosas ni siquiera se parecen demasiado a las de España, a excepción de las galletas y los muffins, así que pido un Frapuccino créme de chocolate y una galleta con chispas de chocolate. 

Empiezo a caminar por el lugar en espera de mi pedido, al principio me distraigo con las decoraciones hasta que volteo a mirar la fila en la caja registradora que ha crecido, cuando miro a las personas que están en el primer lugar de la fila mi mandíbula casi cae al suelo, es Erik con una chica de cabello marrón casi rojizo, es la misma que estaba con él en la fotografía del fondo de pantalla de su ipad.

Escucho con atención para asegurarme de que no estoy confundida.

¿Nombre para los capuccinos? -Pregunta el barista con el plumón en su mano-

Erik y María -Responde él y luego le pasa su tarjeta de crédito-

Rayos, por una parte quería que me viera y ver que reacción tenía y por otra parte no. Repentinamente voltea y el choque de miradas es inminente, veo en su rostro la sorpresa, se congela por un momento.

Nos acercamos al mismo tiempo sin palabras.

Hola -Digo siendo la primera en romper el hielo, pero con voz insegura y temblorosa-

Hazel, ¿qué hace aquí? -Pregunta con una increíble cara de shock-  

Ahora vivo aquí -Respondo directamente sin saber qué más decir-

La chica de cabello marrón cuyo nombre parece ser María se queda mirando la escena un tanto incómoda y luego aclara su garganta para llamar la atención de Erik.

Oh, María ella es Hazel una amiga de Madrid -Dice presentándome con torpeza- 

Hola -Le digo con una sonrisa a lo que ella responde con un Hola bastante rígido y una sonrisa forzada, tal parece que no le caigo nada bien-

Finalmente escucho mi nombre del otro lado del mostrador, mi pedido ya esta listo, para mi mala suerte inmediatamente después sus nombres se escuchan y sus vasos de café también yacen sobre el mostrador.

Justo a tiempo -Dice María mirando su reloj para después tomar el vaso de capuccino-

Yo tomo la bolsa con mi muffin y mi frapuccino y Erik toma su capuccino dejando la barra libre nuevamente, luego los ponemos sobre una mesa que esta ahí cerca para liberar nuestras manos.

Bueno... yo me tengo que ir, fue un gusto conocerte -María me mira de pies a cabeza con una mirada indescifrable y luego rodea a Erik con un brazo y besa su mejilla-

Nos vemos después -Erik se despide de ella y le devuelve un beso en la mejilla-

La chica se va quedando los dos solos.

¿Cuándo planeabas decirme que estabas aquí? -Pregunta Erik sonando algo molesto- 

Yo no... no lo sé, no pensaba decírtelo, estas muy ocupado -Respondo restandole importancia como si no hubiese estado muriendo por dentro con ganas de correr a buscarlo desde que llegue aquí-

Erik estaba a punto de decir algo cuando Marc nos interrumpió. 

¿Ya hiciste nuevos amigos? -Pregunta mi hermano confundido al ver a Erik-

Ehh, no, es un amigo que conocí en Madrid -Aclaro con una sonrisa-

Ahhh, bueno, Hola -Marc extiende su mano a Erik y él la estrecha saludándolo- 

Bueno, ya tengo que irme, nos vemos después -Le digo a Erik pues la situación se puso incómoda nuevamente-

Claro, te estaré texteando -Responde él y luego me pasa la bolsa con el muffin y mi vaso- 

Okay, nos vemos luego -Me despido con una sonrisa y salgo caminando, detrás escucho que Marc se despide de él amablemente-







The Good Game (Futbolistas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora