Capítulo 6: Casualidad y confusión

45 10 1
                                    

                                                                                     Nairylein

La puerta de la habitación se abre y Mariana aparece con un ramo de flores y galletas de chocolate.

Sonrío desde la camilla y extiendo mis brazos hacia ella pidiendo que me saque de aquí, ella se ríe y deja las flores y galletas sobre una mesa y luego se acerca para abrazarme.

¿Cómo te sientes? -Pregunta mientras le hago lugar en la camilla y se sienta a mi lado-

Horriblemente mal, odio estar aquí, y no soporto el hecho de que mi padre sea tan exagerado para ordenar tantos estudios y hacer que me examinen tantos doctores -Digo molesta-

Es por tu bien, además no es culpa nuestra que hayas sido tan torpe como para lesionarte -Mariana se ríe y yo le lanzo una mirada asesina-

He practicado gimnasia desde que tengo memoria, es el deporte que más amo, y en realidad hace mucho dejé de considerarlo sólo un deporte, es un estilo de vida, jamás me importó cambiar en innumerables ocasiones fiestas por entrenamientos.

Lamentablemente antes del campeonato con el que se supone pondría fin a mi gimnasia intensiva, sufrí una lesión durante mi preparación, todavía no estoy segura de qué es, no creo que sea nada grave, algo en la pierna, sin embargo mi papá ordenó que mis estudios los enviaran a Doctores en Estados Unidos y Suiza, como siempre quiere tener 100% de seguridad, aunque sólo se trate de algo simple.  

Hasta que me den un diagnostico estoy encerrada en esta clínica, presa del aburrimiento y para ser sincera también de la depresión en cierta forma.

¿No deberías estar en la universidad en vez de estar molestándome? -Le pregunto mientras acomodo mi almohada-

Tal vez... pero tengo un par de minutos más, ¿qué quieres hacer? -Pregunta cómo si hubiese mucho que hacer en un hospital-

Nada, no te preocupes seguiré chequeando twitter o instagram por centésima vez en el día -Le respondo mientras señalo mi macbook sobre la mesa de al lado-

¿No tienes ganas de salir a dar un paseo?, puedo llamar a una enfermera para que traigan una silla de ruedas y nos divirtamos un poco, podemos ver si hay chicos lindos en el área de emergencias -Propone Mariana con una sonrisa-

La miro espantada. Creo que paso de ese plan.

Acepto salir pero creo que sólo al jardín, paso de la sala de emergencias -Respondo riendo-

No se diga más -Mari toma el teléfono y llama a la central de enfermería para que envíen una silla de ruedas, en menos de 10 minutos estoy paseando por los jardines del hospital con mucho estilo en una silla de ruedas y con una cara de pocos amigos, obviamente-

Ya tienes que irte, no puedes llegar tarde a la universidad, yo me quedaré un rato más aquí y luego llamaré a la enfermera para que me lleven de vuelta la habitación -Le digo a Mariana-

¿Estás segura? -Pregunta- 

Segurísima, no te preocupes, ya ve a estudiar andar de vaga no te llevará a ningún lado -Respondo bromeando-

Esta bien Nay, vuelvo más tarde -Mari me abraza y luego se va, yo me quedo distraída chequeando mi teléfono celular pero disfrutando del aire fresco y el sonido de las aves al que normalmente no presto atención, pero después de estar encerrada, realmente lo disfruto-

Se nota que esas fotos del inicio de instagram están buenísimas porque llevas viendo las mismas como 8 minutos -Una voz masculina llama mi atención y al escuchar eso me sonrojo automáticamente-

Me volteo y veo a un chico de pie a mi lado, tiene una barba que lo hace verse increíblemente sexy y unos profundos ojos cafés, esta vestido con un pantalón y camisa de tela color celeste, quiere decir que también es un paciente, después de ver su ropa me doy cuenta de qué yo estoy de bata y con una pinta espantosa, que vergüenza.

Ehh... sí -Respondo tontamente pero realmente no tengo palabras, no sé que más decir-

El se ríe y me extiende su mano. Soy Álvaro Morata.

Estrecho su mano y luego me presento. Soy Nairylein Kleinfield. 

Tienes un interesante nombre -Me dice con una sonrisa mientras camina posicionándose delante de mi, ahora puedo ver que tiene un inmovilizador en su brazo izquierdo-

Y tú tienes uno muy español -Respondo devolviendole la sonrisa-

Tal vez es porque lo soy...

Me di cuenta por el acento -Digo asintiendo-

¿Y por qué estás aquí? -Pregunta-

Tengo una lesión en la pierna, todavía no me han dado un diagnostico....

Bueno ya somos dos... aunque en realidad se supone que a mi me tienen que operar este brazo, pero otro doctor dijo que no era necesario así que vine para que me hagan más estudios -Me explica- ¿En qué habitación estás?.

206 ¿Y tú?..

Tiene que ser broma, yo estoy en la 208, es a sólo una puerta de diferencia...

Wow haha, no te había visto, supongo porque es la primera vez que salgo de ahí... - Le sónrio. Y ahora que lo pienso es la primera vez que pasa algo interesante desde que llegué-

Tú no me habías visto, pero yo sí te había visto a ti, cuando fueron a hacerme rayos x tú estabas esperando tu turno, tenías cara de funeral así que desde ayer mi objetivo era encontrarte y hacerte sonreír y creo que ya lo logré y vaya que te vez linda sonriendo.. 

Intento no poner cara de emoción, pero realmente escucharlo decir eso me pone muy nerviosa e incómoda y al mismo tiempo feliz.

¿Quieres ir a la cafetería? -Propone señalando al camino-

Perdí la cuenta del tiempo que pasamos hablando y riendo en la cafetería, almorzamos juntos ahí, ese chico era una caja de sorpresas, era divertido pero también podías hablar con él de temas muy serios...

¿Nay, Álvaro? -Mariana ha regresado y nos mira a ambos confundida-

¿Cónoces a Álvaro? -Pregunto yo doblemente confundida-

¿Conoces a Nay? -Dice Álvaro casi al mismo tiempo que yo y todos nos miramos extrañados-

¡Es mi mejor amiga! -Exclama Mariana- Nay, él es Álvaro es compañero de equipo de Xabi -Me explica riendo-

¡¿Juegas fútbol?! -Pregunto sorprendida-

Parece que me olvidé de mencionar ese pequeño detalle...




The Good Game (Futbolistas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora