The Good Game (Futbolistas)

Capítulo 13: Encuentro inesperado

                                                                                  María

Thomas se quedó esperándome en la mesa mientras yo fui rápidamente al baño pues quería asegurarme de que mi maquillaje estaba bien y de que mi cabello seguía en su lugar, no estoy acostumbrada a usar maquillaje todo el tiempo así que tiendo a tocar mi cara y arruinarlo todo sin darme cuenta.

Cuando por fin salí del baño me encontraba caminando calmadamente de vuelta a la mesa cuando de pronto mi calma se esfumo al ver un rostro bastante conocido...Erik.

¡Rayos!, realmente no lo quiero saludar, no quiero que vea que estoy con Thomas, será todo un drama...

Hago como si no lo hubiese visto y rápidamente vuelvo a la mesa.

¿Todo bien? -Pregunta Thomas con el ceño fruncido dándose cuenta de mis nervios y actitud incómoda-

Am... nada, no pasa nada, ¿por? -Le digo intentando calmarme-

Te noto algo extraña, volviste bastante agitada, casi como corriendo -Dice preocupado-

¿Yo?, no, ¡para nada! -Respondo intentando sonar bastante calmada mientras tomo el menú y empiezo a leerlo, aprovechando su tamaño para esconder mi cara por si Erik pasa por aquí-

Si tú lo dices... ¿ya decidiste que vas a ordenar?

Ammm yo... -Antes de poder responder la voz del camarero me interrumpió-

¿Puedo tomar sus ordenes? -Me veo obligada a bajar el menú y en el momento exacto en el que mi rostro queda descubierto mi mirada choca con la de Erik, encontrándose ambas nerviosas e incómodas, él se veía bastante sorprendido, y estaba acompañado por una chica, para ese momento ambos fingimos no vernos y él se alejó rápidamente junto con la chica.

¿Pasa algo? -Pregunta Thomas a lo que yo reacciono dándome cuenta de que me he quedado congelada y todavía no he decidido que voy a ordenar-

Ehh no, estaba decidiendo... -Digo algo agitada y aclaro mi garganta- Quiero los langostinos en salsa de whisky...

¿Esta bien la guarnición de ensalada de la huerta con tomates deshidratados? -Pregunta el camarero amablemente-

Sí, eso sería perfecto -Agradezco mientras me soplo un poco con la mano porque repentinamente empiezo a sentir calor-

¿Desea que bajemos el aire acondicionado?, se ve algo acalorada -Dice él mientras anota la orden-

Sí, muchas gracias -Le dedico una sonrisa de agradecimiento y luego doy un sorbo de vino-

Yo ordenaré lo mismo pero en vez de ensalada de la huerta quiero la de quinoa  -Pide Thomas, él camarero anota la orden y luego se retira-

¿Todo en orden? -Pregunta Thomas nuevamente-

Sí, todo esta bien -Respondo con la sonrisa más forzada de la historia. La verdad estoy muy sorprendida, Erik está con una chica, y no es cualquier chica, es la chica del centro comercial, su 'amiga' de Madrid, con la que tuvo un comportamiento bastante extraño ese día. Mis pensamientos son interrumpidos al sentir la mano de Thomas tomando la mía sobre la mesa-

                                                                       Erik 

Estaba feliz de saber que Hazel ahora vivía en mi ciudad, de las mínimas probabilidades que existían de que algo así me ocurriera, ocurrió y tal vez esa era la señal que necesitaba para darme cuenta de que lo nuestro tiene un futuro.

Decidí invitarla a cenar para conversar y más que todo disfrutar de su compañía y de la familiaridad que me causaba tenerla cerca después de todos los buenos momentos que habíamos vivido, después de que durante un tiempo fue lo único cercano que tuve en un país extraño...