Capítulo 7: Pruebalo

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                                                                                       Sofía Rogers

Se supone que todos los días son mis días, a mi me va bien los viernes o los lunes, o cualquier día...no soy de esas personas que amanecen sin energía o molesta sólo porque es lunes, pero hoy día, éste lunes en especial, muchas cosas me salieron mal; por ejemplo tenía preparado usar un vestido blanco para la oficina pero derramé café sobre él, tuve que ponerme lo primero que vi en mi armario, luego en la gasolinera había una fila de unos  10 automóviles que nunca avanzó así que volví a dejar mi auto en casa y tomé un taxi, y por último olvidé mi agenda  en casa.

Puedo decir que mi cara al llegar finalmente al trabajo no es la mejor, no tengo humor para nada en este momento. Camino rápidamente sin mirar a nada ni a nadie, sólo quiero llegar a mi escritorio y poner un poco de música clásica para relajarme.

¡Hey! -Esa expresión no es algo que una persona dentro de un ambiente laboral usaría para llamarme- 

Volteo y me encuentro con Christhian Pulisic, mejor conocido como: el chico que no quería mover su automóvil.

¿Qué haces aquí? -Pregunto mirándolo espantada, toda la amabilidad se me ha salido del cuerpo para este momento-

Cambia esa cara, parece que me tienes miedo, y me sorprende tu pregunta, te dije que nos veríamos más seguido -Responde mientras se pone de pie y se acerca-

¿Eres alguna clase de acosador o sólo uno de esos niños que está acostumbrado a tener todo lo que quiere? -Le digo mirándolo con el seño fruncido-

Mis amigos dicen que tengo un poco de ambos, pero me describen más cómo un chico que siempre consigue las citas que se propone -Responde con una sonrisa que debo admitir es bastante sexy... ugh mejor me concentro, quito la mirada de sus ojos y me alejo un poco de él-

Okay, bueno tengo que trabajar, adiós -Digo intentando alejarme pero tira de mi brazo con delicadeza consiguiendo detenerme- 

No tan rápido, yo soy tu trabajo por si no lo sabías -Se voltea y toma una carpeta del asiento dónde antes estaba sentado, luego la extiende en mi dirección-

Tomo la carpeta y al abrirla me encuentro con una ficha de registro.

Tiene que ser una broma -Digo mirándolo incrédula- 

Bueno tu tío, el señor Rogers fue muy claro con lo que me dijo, no creo que el haya estado bromeando...

Cada vez que se hacen fichajes e ingresan nuevos jugadores al equipo hay una serie de papeles, impuestos, contratos, cuentas, facturaciones, muchas cosas que deben regularse, parte de eso es mi trabajo, y todo indica de que el señor Pulisic es el nuevo miembro de la familia.

Está  bien, pero basta con estos papeles, no es necesario que te quedes aquí -Le digo con seriedad-

El sonríe, es impredecible con sus expresiones...

Volveré más tarde -Dice y se acerca tanto que creo que puede escuchar los latidos acelerados de mi corazón por los nervios que tengo, se inclina y lentamente besa mi mejilla- 

Adios Señor Pulisic -Respondo en un hilo de nervios y entro a mi oficina cerrando de un portazo-

Já, Señor Pulisic, un niño encaja más con el título de Señor...

Me quedo revisando documentos y haciendo cuentas hasta que pierdo la noción del tiempo, cuando miro el reloj de mi celular son las 2 de la tarde. 

Tomo mi bolsa y apago todo para salir de la oficina, cuando cierro la puerta detrás de mí me encuentro con Christian nuevamente sentado allí. 

Intento ignorarlo y pasar de largo pero obviamente es inútil. 

The Good Game (Futbolistas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora