La Luna es Real. 🌙

Respuesta.

Antes de que el despertador sonara, Daniela, ya estaba en pie y cepillado sus largos caballos,justo cuando la alarma sono, ella salió de su habitación y marcó el número de su amigo.

—¡¡hola William!! ¿Ya estas listo?

William se atraganto con el desayuno del otro lado de la línea–¿Daniela? ¿despierta tan temprano?

Sorprendido William respondió a la rubia.

—¿te caíste de la cama? ¿que haces despierta tan temprano?–se escucho una carcajada emitida por William–estoy terminando de desayunar, ¿no se supone que hoy es  jueves y que no tienes clases pequeña lunática?–recriminó este.

Daniela, si bien es cierto  hoy no debia ir a la universidad, por lo general se quedaba en casa, leyendo en su cuarto,adelantando tareas o bien solo dormir hasta tarde y en las noches veía películas con William en la casa del árbol.

—recuerdas que hoy íbamos a ir a la biblioteca, quedamos que regresariariamos,¿has pensado como abrirlo?–le recordó.

William había investigando y pensó en llevar el libro a un cerrajero que conocía y que era experto en abrir baúles y cajas fuertes.

William dejó su desayuno a medidas, abrió la puerta y tomó las llaves de su auto–aún con teléfono en mano.

—ya estoy saliendo, en media hora estoy en tu casa–informo William a su amiga y luego colgó.

Manejo hasta su casa y al llegar, ella lo esperaba afuera de la casa, sentada y jugando con sus rizos–al verla así, a William le pareció el ser más dulce y tierno–se estacionó frente a la casa de Daniela y esta subió de inmediato al auto de su amigo, William le saludo con un abrazo, que ella recibió gustosa y se enrrumbaron hacia la biblioteca.

          📖📖🌜📖📖

Al llegar a la estancia de mármol y cemento, se introdujeron y buscaron el libro, pero este no estaba en el lugar donde lo habían dejado ayer, sino en lo más alto de una vieja repisa de cristal y madera–Daniela quizo tomarlo pero no alcanzo,William se rio al ver sus vanos intentos y decidió ayudarla–la tomó por la cintura y la elevó hasta que pudo alcanzar el libro.

Sin saber de donde salió esa silla, William se tropezó, callando al suelo y Daniela cayó encima de él, ambo ser rieron,–un mechón rubio se escapo a la cara de Daniela, William dejó de reír y se dejó envolver por los ojos negros de su amiga y aparto con suavidad el mechón de cabello y acaricio su mejilla, Daniela sonrió y el beso su frente,– sin saber por qué razón Daniela se estremeció ante aquel gesto.

William la abrazo aun en el suelo, ella sobre él–sintió gana de quedarse así con ella pero Daniela se aparto y le tendió la mano a su amigo, se pusieron en pie y se sentaron en los pequeños asientos que estaban rodeando la mesita de madera de la biblioteca.

Depositaron el libro sobre la mesa y lo miraron hasta que William rompió el silencio.

—conozco a un amigo que es cerrajero, tal vez el nos pueda ayudar.

Daniela levanto la vista del libro y vio los azules ojos de su amigo.