La Luna es Real. 🌙

La Verdadera Felicidad.

William llevo a Daniela a la playa, pues la notaba algo decaída y el mar siempre la alegraba.

—sabes amigo...–hablo Daniela rompiendo el silencio–aveces pasas tanto tiempo metida en la fantasía que te olvidas de la realidad, y te pierdes en un mundo desconocido e irreal donde eres dueño de controlar tu imaginación, o al menos eso crees pero la verdad es que es ella quien te usa.

William la observó unos minutos y beso su frente.

—Tu creaste un muro contra la realidad a través de los libros y no supiste manejarlo–opinó William.

Daniela solo le sonrió con amargura.

—Me siento egoísta por haberlo hecho... Nunca me di cuenta de que tenia lo mejor a mi lado, y no en un libro.–Daniela se giro de donde estaba sentada en la arena junto a William.–Gracias William.

Este la atrajo a su cuerpo poniendo una mano al rededor de su cuerpo y la abrazo.

—Todo estará bien–aseguró William.

—¿fue cierto lo que dijiste en la biblioteca?–quiso saber Daniela.

—si, todo lo que dije fue real mi amiga, yo te he amado en silencio durante mucho tiempo–dijo con tristeza.

Daniela no supo que decir al oir eso, solo pudo sonreír y guardar silencio. Y poco a poco se quedó dormidas en brazos de William—Al darse cuenta de que Daniela dormía, William decidio no despertarla y la tomó en brazos y la metió en su auto y la llevo hacia su casa.

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Después de un rato Daniela abrió los ojos—ya estaba en su cama.

—¿Donde estoy?–pregunto algo desorientada.

—estas en tu cama hija–fue su padre quien contestó.

—¿Y William? –pregunto nerviosa.

—se fue hace un rato, solo te dejo aquí y se fue,dijo que te habías quedado dormida en la casa del árbol, que te trajo y luego de eso se marchó a su casa–explicó Antonio.

Daniela hizo memoria y recordó todo, a Anfoni, el libro, la Confesión de William, el mar...—Daniela estaba confundida, el saber que su amigo la amaba era algo extraño. Lo era aún más, sabiendo que desde siempre oculto eso tras los libros, se embargo de tanta fantasía que olvido que era real, que sentía y que estaba viva.

Se olvidó de que el verdadero valor de las cosas están en la vida misma, que el querer escapar de la verdad, los problemas y la rutina misma nos llevan a ignorar que la luna es real.

Daniela pensó que si un día algún personaje se saliera de un libro o si ella pudiera tomar el lugar de un personaje, sería feliz... Pero ahora entendía que la verdadera felicidad está en las cosas pequeñas como cenar con tu papá, ver una película con tu mejor amigo, ver las estrellas sin olvidar a la luna.

La verdadera felicidad está en la realidad.