Ya era tarde y Daniela aun seguía en la biblioteca, William tenía clases práctica y aun no llegaba a buscarla.
Daniela se Internó en la parte más solitaria y vieja de la biblioteca y mientras intentaba llegar a un libro que estaba en el cuarto tablón y se le dificultaba llegar pues estaba muy alto.
Decidió hacer el último intento, brinco lo más que pudo y lo tomo, al hacerlo otro libro de color azul oscuro cayó al mismo tiempo que su libro de literatura francesa.
Daniela lo miro extrañada y se acerco– nunca había visto uno así, tenía una especie de luna tallada en lo que parecía era plata y una pequeña cerradura de oro en un costado– esta lo tomo he intento abrirla pero no pudo, estaba sellado y no había manera.-
Luego su mente se iluminó –pensó que a lo mejor William sabría que hacer y se fue de la biblioteca dejando el libro en un lugar seguro para regresar ahí con su amigo.
Salió de la biblioteca en dirección a la sección de música para buscar a su amigo, este ya venía con guitarra al hombro y riendo con alguno de sus amigos–al verla William la miro extrañado, ¿no se supone que estaría en la biblioteca aun?–miro su reloj para confirmar, eran apenas las tres y se supone que debe ir a interrumpir su lectura cerca de las cinco.
William se despidió de sus amigos y se dirigió hacia Daniela, la abrazo y la alzó por los aires dandole vueltas–¿cuanto la había echado de menos? –William la bajo y Daniela aún continúaba riendo agitada y algo mareada por tantos giros.
cuando recupero la compostura, recordó lo que la había llevado ahí.
—William debes ayudarme– pronunció preocupada y algo apurada.
William la miro y recordó que su amiga era la reina del drama y se cárcajeo.
—haber pequeña dramática,¿qué sucede ahora?–William se cruzo de brazos frente a ella.
Daniela lo miro molesta.
—¡es algo serio!– le grito molesta.
William soltó sus brazos y se quedó frente a ella con los brazos en jarra, Daniela aprovecho esto y tomo su mano y salió de ahí en dirección a la biblioteca.
William se dejó guiar, no sin antes decirle algo para que se le pasara el enojo.
—oye!¿Dónde vamos?– Daniela no respondió y apresuró el paso de ambos–si vas a secuestrarme y luego violarme dejame decirte que ya no soy virgen y Que mañana tengo un examen y debe llegar vivo.
Daniela se paro en seco, haciendo que William se estampara con su pequeño cuerpo, Daniela giró ante el comentario de su amigo y lo miro divertida.
—no pienso violarte– ahora el era el exagerado–no eres mi tipo, solo violaria a Edward, a Jacob o en el peor de los casos a Harry Potter–hizo una pausa y continuó– pero no te violaria a ti, y bueno si te secuestro, el señor Crowder pagaría una buena suma de dinero por ti y hacia podría comprar muchos libros.
William se quedó paralizado, sabia que su amiga era capaz de todo por los libros.
—pero no, eres mi amigo y ahora te necesito para que me ayudes con un libro.–finalizo.
William la miro dudoso, y elevó una ceja.
—pero si la experta en libros y letras aquí eres tú?
Daniela no dijon nada y lo llevo hasta donde había dejado el libro y soltó la mano de su amigo para tomar el extraño libro de hace media hora–Daniela se lo mostró.
—no se como abrirlo–dijo Daniela.
Intento forcejear con el libro en un fallido intento de ver que había en su interior.
William se inquieto y le arrebato el objeto a su amiga.
—¿de donde lo sacaste?–pregunto con curiosidad.
—de aquí,–señaló la estantería–buscaba un libro sobre literatura francesa y este libro se deslizó al suelo cuando tome el libro que buscaba–explicò–cuando lo vi, quise leerlo pero no he podido abrirlo.
Ambos amigos se miraron, todo era muy raro—Pasaron un rato más en la biblioteca intentando abrirlo pero fue en vano, el sonido de los grillos les indico que ya había oscurecido, Daniela miro su reloj– eran las siete de la noche y aún estaban ahí.
William seguía analizando el libro y Daniela lo interrumpió.
—ya es tarde y mi padre va a preocuparse donde se dé cuenta de la hora–hizo un gesto con la mano en su estómago–a parte tengo hambre.
William dejó el libro y se levantó del frío piso en el que hace tiempo permanecía sentado y le paso el brazo por el hombro a su amiga.
—que tal si esta vez cocinamos en tu casa y me invitas a cenar–sonrio de manera insinuante.
Los dos se dirigieron al auto para marcharse, pusieron de fondo la canción the love de The Beatles. Y se encaminaron a la casa de Daniela.
—
mañana volveremos ¿lo prometes?–susurro Daniela a su amigo.
Su amigo la miro con ternura y no le quedó otra que ayudar a su amiga.
—¡lo prometo!–contestó William.
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La Luna es Real. 🌙
FantasíaEs la historia que cuenta la paradoja del amor, y de la vida. Muchas veces dejamos que la fantasía opaque nuestra realidad , despreciamos tanto lo que tenemos al alcance, creemos que no es suficiente. Y decidimos contar estrellas. Tal vez si bajar...