Dreaming of Flowers Store - 2: 50 pm
- ¡Irasshaimasen! - era un chico de cabellos dorados, tez ligeramente bronceada y de ojos azules, que como siempre, daba la bienvenida a un nuevo cliente que entraba por la puerta del local con una sonrisa en sus labios.
Su trabajo en la hermosa pequeña tienda de flores, era armando pedidos, atendiendo clientes, la limpieza y entre otras cosas que se le asignaban todos los días a pesar de ser agotador. Pero no le importaba en lo más mínimo, le encantaba estar hay rodeado de los hermosos regalo que la madre naturaleza otorgaba. Solo estaba por medio tiempo laborando, ya que, en el trascurso de la mañana asistía a su dichosa Universidad de Bellas Artes. Su pasión y vocación sin duda erradicaba hay - se consideraba un buen pintor - pero sabía que aun le faltaba mucho por aprender y estaba totalmente dispuesto a ello, tanto que por esa razón busco un trabajo de medio tiempo para costear aquella prestigiosa facultad. Su sueño era simple, mejorar como artista, que sus obras sean expuestas en algún museo y que la gente pueda percatarse de los sentimientos plasmados en cada una de ellas.
- Kon-nichiwa etto... ¿me podría ayudar?, busco unos lirios blancos como racimo - se notaba nerviosismo en el joven que había entrado recién.
- Claro enseguida se los traigo.
Dirigiéndose a los contenedores bellamente adornados tomo los más bellos lirios blancos que aun tenían unas que otras gotas de agua de roció y algunos pequeños jazmín chinos para agregarles más detalles al ramo. Cortando uno de los rollos de papel de regalo con detalles en pequeños corazones, envolvió seguidamente todo con un lazo rojo de tela raso. - aquí tiene - entregándole el racimo al chico - ¿Quiere alguna tarjeta para completar el obsequio? - el rostro del joven se transformo en una mueca que detonaba sorpresa y confusión - ¿Ocurre algo? - lo miro curioso.
- Mmm es que...- dubitativo medito unos segundos - ¿cómo sabe usted que es algún tipo de regalo? - cuestiono mirando detenidamente al vendedor.
- ¡Ah ! - exclamo - como lo vi tan bien arreglado con su traje negro, perfumado. No creo que se trate de algún evento como un funeral o algo que se le parezca, además - dirigió su mirada a un lado del chaleco del muchacho en donde se notaba un pequeño bulto - mas resaltante aun aquella muñequera de flores que guardo al entrar, que si no mal tengo entendido, se les entrega a las chicas en los eventos de graduaciones o fiestas especiales - puntualizo muy seguro de sí mismo dejando al otro con la boca abierta de la impresión de lo atento que era el rubio - Espero no haberlo incomodado y no lo tome de mala manera.
- No-no, no se preocupe- moviendo sus manos en frente en negación, prosiguió con un sonrojo en sus mejillas de lo apenado que se encontraba - solo me tomo por sorpresa lo observador que es.
- Disculpe mi atrevimiento - se excuso inclino su cabeza.
- ¡No hace falta que haga eso! - repitió de nuevo el mismo gesto nervioso - todo lo contrario, la verdad es que no soy muy bueno en este tipo de cosas - confeso - es la primera vez que vengo a una floristería para esto y la verdad que no tenía idea de cómo pedirlo. Me ha ayudado je je - se llevo la mano a la nuca rascándose riendo nerviosamente.
- En ese caso - sonriendo le mostró un par de tarjetas de "Felicidades por tu graduación" que saco de una pequeña caja de cristal de exhibición - le recomiendo estas - el chico se puso a leer cada una y colocando casi todas las tarjes de nuevo a un lado del mostrador, claramente no muy convencido. El rubio muy observador y divertido se dirigió a buscar otras, pero todas tenían la curiosa frase de un "Te amo" escritas en ellas. El joven al ver esto se sonrojo de sobremanera, pero de igual forma, reviso las tres tarjetas, decidiéndose por la segunda opción - Excelente elección - el joven adolescente comprador desvió la mirada con una sonrisilla nerviosa en su rostro - ¿Alguna otra cosa? - pregunto.
ESTÁS LEYENDO
ADVERSIDAD
FanfictionDeidara un estudiante de artes muy dedicado y apasionado que trabaja en una floristería resulto ser víctima de un atentado. Quedando en estado vegetal su espirito vaga por los lugares que alguna vez frecuento. Como un alma en pena se siente frustrad...