La vida suele ser un camino lleno de baches, piedras de diferentes tamaños y dimensiones, obstáculos tras obstáculos que uno se pregunta, ¿Por qué me pasa esto a mi?, ¿Por qué mi vida tiene que ser tan dura?, ¿Por qué entre tantos yo?, ¿Por qué simplemente no morir y acabar con el sufrimiento en mi pecho? Esas eran las preguntas que un pequeño rubio se repetía una y otra vez. Solo, sin familia, en un lugar que lo trataban como una basura, un trapo sucio, una muñeca desechable; cosas que él sentía real.
Y ¿Cómo no?, si eso es lo que era, de eso vivía, comía, dependía... Un simple chico que podían saciarse de su cuerpo y luego mandarlo a la mierda.
¿Dama de compañía dicen? Falacias, puros engaños creados para disfrazar lo que realmente se trataba... Una puta barata.
Durante años fue usado de esa forma y lo peor es que no podía salir de ese mundo que poco a poco lo consumió hasta no dejar nada de su verdadera esencia, dependiendo de lo que hacía en aquel bar de mala muerte al cual fue sometido.
¿Quién podría hacerle tal cosa? Bueno eso era lo que no entendía y la respuesta era tan inmunda que resultaba ser devastadora. "Sus padres" eran unos malditos hijos de puta que se aprovecharon de su condición para arrastrarlo y venderlo como si de un "manjar exótico" se tratase. Desgraciados que lo engañaron y arruinaron totalmente su vida. El confiaba en ellos, los apreciaba, los respetaba y los quería, ¿pero cómo se lo pagaron? Vendiéndolo a cada asqueroso que cruzara las puertas pidiendo por "él" o por "ella", ya que según sus representantes, tenía que mantenerse en el anonimato para algunos y para otros con gustos diferentes no era necesario.
Todo se fue más a la mierda cuando los dichosos "donceles" - hombres que podrían procrear vida y su belleza se comparaba a la de una mujer - ya no era un secreto a voces. Ahora revelada esta nueva especia muchos deseaban tener en sus manos un doncel a sus disposiciones. La morbosidad humana no tiene precio. Si algo es nuevo y extravagante todos querrán poseerlo, cueste lo que cueste.
Para su mala suerte nació con esta rareza es su sistema, podía llevar y crear vida en su interior, una bendición y una maldición. Trabajando como puto, junto a otros esclavos sexuales, en un bar que nada más y nada menos se encontraba a la deriva en un maldito yate en medio del mar en ¿Quién demonios sabe dónde?
Aunque no todo estaba perdido.
Hace un buen tiempo convenció a sus jefes de que si lo dejaban salir por unos días podía traer a mas clientes, haciendo publicidad en otros bares de sus asociados; cosa que a al principio estos tenían sus dudas, pero terminaron accediendo mandándolo con uno de sus socios a trabajar por un periodo de tiempo el cual no le aclararon. Podía resultar una decisión inusitada, pero beneficiaria considerablemente las ganancias.
Sus primeras semanas trabajando para el nuevo bar fueron realmente incomodas. Acatar nuevas órdenes y costumbres las cuales no estaba habituado, lo dejaron fuera de lugar y más aun cuando le entregaron sus nuevos uniformes, un traje de maid rosa que le quedaba justo a su contextura delgada y debajo de este una ropa intima de cuero muy provocativa.
Resulto ser un Bar al estilo "café maids" el cual trabajaba como mesero, atendiendo los comensales, anotando sus órdenes.
Para cuando caía la noche los clientes enterados de la parte oculta del lugar, los llevaban a la zona para clientes afiliados o V.I.P que pagaban por unas horas para deleitarse con la comida más exquisitamente excitante y no eran las que servían en los platos precisamente.
Su vida era un asco, la detestaba y lo único que quería era salir de todo ese mundo oscuro morboso del cual fue sometido.
Y un día casi lo logro.
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ADVERSIDAD
Fiksi PenggemarDeidara un estudiante de artes muy dedicado y apasionado que trabaja en una floristería resulto ser víctima de un atentado. Quedando en estado vegetal su espirito vaga por los lugares que alguna vez frecuento. Como un alma en pena se siente frustrad...