Capítulo VI Claveles Rojos

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Capítulo VI Claveles Rojos

<<Corazones que suspiran>>


El sueño había logrado vencerle a final de cuentas, por más que trato de no rendirse ante el cansancio, los brazos de Morfeo fueron más fuerte que él. Los rayos del sol se colaron por las cortinas de la ventana, dándole directo a su rostro que se crispo ante tal molestia para luego taparse con la almohada. De repente se levanto de golpe virando para todos lados lanzando una maldición al aire. Su pesadilla se había hecho realidad, su ángel no se hallaba en ningún rincón de su habitación. De prisa salió de la cama llamándolo con desespero, reviso cada rincón de la casa pero, no había rastro del dichoso ser.

Estuvieron toda la noche platicando, buscando e indagando más aun en la vida del contrario, aunque claro el detalle era que uno de ellos no tenía una pisca de idea que era de su vida antes, solo vagos recuerdos distorsionados para su mala suerte. En vista de esto decidió desviar el tema a su persona, hablar de su familia, su situación actual, de su trabajo, sus estudios en el extranjero, lo mucho que le costó el separarse de Konoha, pero que en menos de los cinco años de lo que duraba su carrera de medicina logro graduase en cuatro y estuvo un año más en los Estados Unidos buscando el paradero de una persona especial para él, pero al no encontrar nada regreso a la cuidad, donde actualmente trabajaba en el hospital de la familia.


~*~*~*~


- Vienes de una familia adinerada, ya veo - dijo Deidara sonriendo, al parecer encantado con todo el relato de la vida del azabache. Viendo como este trataba graciosamente de no dormirse, dando cabezazos de cansancio y bostezos largos que le sacaban una que otra lagrimilla de sus posos negros. La visión para Deidara era tanto cómica como adorable.

- Si, nuestra familia ha pasado por mucho para llegar a su posición social - dijo este casi sin poder hablar con normalidad por el agotamiento, pero no queriendo doblegarse ante este - mi padre tuvo que pasar por muchas situaciones económicas, deudas, desacuerdo con su propios padres e incluso situaciones en la cual pusieron su vida y la de mi madre en riesgo.

- ¿Peligrosas? - lo miro curioso.

A la vista del azabache se vio totalmente tierno, como un niño pequeño intrigado y asombrado por saber más.

- Así es, mi padre desafío a los suyos, diciendo que quería marcharse e irse a Estados Unidos a estudiar una carrera y ser profesional. Mis abuelos vivían en el campo y a mi padre nunca le gusto esa vida, el soñaba mas allá, se veía como un gran empresario y no como un granjero. Mis abuelos declinaron, comentándole que la vida en la ciudad era peligrosa para un adolecente, le sugirieron que se quedara en la granja, que viviera con ellos, que no era tan malo si se acostumbraba y que allí tenía todo lo que necesitaba, pero no era así - pauso unos segundos lo cual alboroto mas la chispa de intriga en el rubio ángel - podía tener a mis abuelos, vivir en un ambiente tranquilo con la naturaleza pero, por desgracias le faltaba algo que anhelaba y necesitaba con ahincó.

- ¿Qué? - lo miro aun mas emocionado, acercándose o mas bien flotando a su cuerpo que reposaba en el marco de su cama, ansioso tal cual niño pequeño - ¿Dinero?

- No - rio ante el comentario del ángel, ladeando su cabeza en señal de negación - mis abuelos no eran ricos pero dinero no les faltaba.

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