Capítulo 41

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-De verdad lo sentimos, aún no hay nada. Hemos estado viendo este caso como locos pero...- El detective se rasca su rasposa barba antes de contestar- Este secuestro parece que lo planearon muy bien, no hay manera de localizarla .

-Pero la encontraran, ¿verdad?- Intervengo.

-Es lo que todos queremos, han pasado cinco días, esperemos nada malo le haya pasado.

Elizabeth esta viendo un punto fijo en el suelo sin decir ni una palabra desde que el detective llegó. Todos estamos en la sala de la casa de Melissa escuchando con atención, pero lo único que nos han traído siguen siendo malas noticias.

-Pagaremos lo necesario, solo encuéntrela- Esta vez habla Richard, el esta abrazando a Megan y a Melissa.

-No es el dinero, hemos hecho todo lo posible. Pero no nos rendiremos, la encontraremos- Esas palabras me tranquilizan muchísimo, no puedo estar mas días asi, sin saber nada de ella, pensando en como estará, que estará pensando, si estara asustada...

-Muchas gracias, cualquier cosa nos informan, por favor.

-Asi será señor- Richard se despide con un ademan, después acompaña al detective hasta la puerta.

Por favor que este bien, tengo que confiar en que esta bien. Es su papá, por mas loco que este, quiero pensar que jamas lastimaría a su hija. Espero y lo que pienso, sea cierto. Después de abrazar a Elizabeth y despedirme de todos, me voy a mi casa.

Cuando entro, un aroma agradable inunda mis fosas nasales ocasionando que mi estomago haga un ruido. En todo el dia no he tocado nada de comida. Pero se me hace raro que huela asi, desde que mamá no cocina, la casa ya no tiene ningún aroma.

-¡Llegaste!- Mamá me abraza cuando voy a la cocina a echar un vistazo, comprobando lo que sospechaba. Ella esta cocinando.

-Mamá, estas cocinando...¿Todo bien?.

-Más que bien, todo esta perfecto. Sientate a cenar, hoy voy a tener que salir a hacer unas cosas.

No le digo nada más, porque me alegra que este de nuevo fuera de su recamara, a lo mejor ya superó lo de John.

Me sirve un plato de albóndigas, provocando que mi apetito aumente mucho más. No tardo nada en comenzar a devorar el plato.

Mientras cenamos ella me platica cosas del trabajo, también eso es raro, porque según yo no ha hecho nada del trabajo. Estuve muy equivocado, ella si estaba reponiéndose y me siento orgulloso.

-Me alegro que estes bien- Admito llenando mi boca con otra deliciosa albóndiga.

-Vaya que tenias hambre, ¿Por qué no habias comido?.

La miro sin comprender su pregunta, al menos que haya olvidado todo lo que paso, debería saberlo. Ella estos días, no ha estado para mi, y no la culpo, la lastimaron. Pero sin tener a alguien que me ayudara, no tenia ganas de hacer absolutamente nada.

Y no es que nadie me haya ayudado, mis amigos han estado ahí para mi. Pero tener a tu madre, cuidándote, apoyándote en las buenas y en las malas, es algo diferente muy diferente.

-Es solo que últimamente no me ha dado hambre-Miento. Temo que con cualquier cosa que le diga, ella volverá a estar como estaba y es lo ultimo que quiero.

-¿Cuando vendrá Alison a la casa?- Dejo caer el tenedor sobre el plato ya vacío, sin poder creer lo que acaba de preguntar.

-¿No me has escuchado para nada?, John la...-Cierro mis ojos al decirlo- Secuestró.

Ella comienza a reír a carcajadas, a tal grado que se toca el estomago. ¿Que tiene esto de gracioso?.

-¿Que es lo que te pasa?- Le pregunto levantándome de mi lugar.

Acéptalo, así fue... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora