Jugamos?

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La paz había regresado al 221 B de la calle Baker Street o al menos eso era entre comillas.

Después de todo lo ocurrido John había decidido volver a aquel apartamento que había sido su hogar años atrás donde obviamente volvía compartirlo con el único detective consultor del mundo solo que esta vez no estarían solos, ahora se les había sumado la pequeña Rose.

Todo parecía marchar bien después de la ola de infortunios pasada pero nada podía estar en calma tanto tiempo en la vida del doctor John Watson y el gran Sherlock Holmes.

En un día cualquiera Sherlock se encontraba cuidando a la pequeña Rose mientras que John había salido por las compras ya que cierto detective consultor no quiso hacerlo porque era "aburrido" así que como castigo John dejo a su pequeña hija al cuidado de Sherlock pero con la supervisión de la Señora Hudson obviamente sin que el rizado lo supiera.

— ¡Señora Hudson! —Grito repetidas veces Sherlock a casi todo pulmón como si quisiera que todo el edificio y la calle lo escuchasen— ¡Señora Hudson! —

Obviamente la mujer al ser llamada de esa manera y sabiendo que Sherlock cuidaba a la niña pensó que algo malo había ocurrido así que rápidamente subió las escaleras y entro al apartamento totalmente aturdida buscando el motivo por el cual la habían llamado de esa forma.

— ¡Sherlock! —Regaño la mujer caminando hacia Sherlock que se encontraba sentado en su sillón mientras que la pequeña Rose lloraba sentada en el sillón de su padre— ¿Qué te sucede? —

—Es Watson—Dijo el detective mirando serenamente a la bebe que no dejaba de llorar—Desde que se fue John no hace nada más que llorar—

—Oh Sherlock es porque extraña a su padre—Dijo divertida mientras caminaba hacia la bebe—O tal vez quiere un cambio de pañal—

—No, John lo hizo antes de irse—Contesto Sherlock.

—Bueno tal vez quiera jugar—Arrullo a la bebe en sus brazos esperando calmarla.

—No hace otra cosa más que lanzarme el sonajero—Contesto enfurruñado.

—Bueno entonces ¿Ya le diste de comer cielo? —Pregunto la señora y al no recibir respuesta sonrió ya que había dado justo en el clavo—Sherlock la niña tiene hambre—

—Pero no tiene mucho que John la alimento—

—Sherlock es un bebe, los bebes comento todo el tiempo—Sonrió—Solo dale de comer y veras que dejara de llorar—Dijo dándole la niña.

Y sin más entre risas volvió a dejar solo a Sherlock con la infante que aún no había dejado de llorar.

Por otro lado John regresaba al apartamento con las compras y cuando entro al pasillo vio que ahí estaba la señora Hudson, con una sonrisa se acercó a ella.

— ¿Cómo le fue? —Preguntó en voz baja.

La mujer solo le contesto entre risas y le señalo a que subiera.

—Que el té lo diga el, cielo—

John algo confundido le sonrió y camino escaleras arriba para ir a ver qué es lo que estaba ocurriendo, conforme se iba acercando podía escuchar la voz de Sherlock hasta que por fin entro.

— ¡Eso es Watson! Creo que te he subestimado eres más inteligente de lo que pareces...—

—Hola ya llegue y ¿Qué estás haciendo? —Pregunto el rubio acerándose a los dos sillones en donde Sherlock estaba arrodillado frente a su sofá con una cuchara un frasco de papilla.

La pequeña Rose al ver que su padre había llegado comenzó a reír y movía sus bracitos hacia su dirección.

—Estaba alimentando a Rose—Dijo Sherlock levantándose.

Hello Mr. HolmesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora