× veintisiete ×

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Estaban juntos.

Se reunían siempre en el tronco de aquel árbol.
Y se sentían completos.

Abby miraba a su acompañante. Y Abel se perdía en el vaivén de las hojas.

-Sonríes.
-¿Lo hago?
-Si, Abel.
-¿Y cómo me queda?
-Mejor que nunca.

Envueltos en cicatricesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora