× cuarenta y uno ×

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-¡Ha pasado una maldita semana! ¡Abby, por favor escúchame!

-¿Por que debería?

-¡Pues...!-Trébol pensó-¡Pues... pues...!

Maldita sea. Justo en este momento los nervios atacan.

-Me voy. Ya no me sigas.

-¡PUES PORQUE TE QUIERO Y ERES ALGO ESPECIAL PARA MI, POR ESO LO HICE! ¡EN UN ACTO DE LOCURA BESÉ TUS LABIOS...! ¡PERDÓNAME!

(...)

¿Qué podía hacer Abby?

Lo único que sabe hacer bien.

Escapar.

Envueltos en cicatricesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora