Es de madrugada y siento mi mente inestable. Siento las ganas de decirle pero como llevo repitiendo esto no podrá ser efectuado en este momento.
Tomo el celular y le mando un mensaje de buenos días.
Me visto en lo que ella contesta y vaya que tarda un momento hasta que por fin su mensaje llega.
Respondo con un ¿Dormiste bien?
Ella contesta y así pasan los minutos hasta que llega un momento en el que no contesta.
Decido bajar a la cocina y preparar algo rápido para desayunar, veo mi reloj y no tengo el tiempo suficiente por lo tanto agarro mís cosas del sillón y me voy a la preparatoria.
Llego al salón y me siento en el rincón al cual el profesor no mira muy seguido para poder sacar el celular y mandar mensajes con ella.
Tengo por seguro que mis días aquí no serán lo mismo.
Esto no puedo hacerlo mucho tiempo así que en ratos dejo el celular y "pongo atención a la clase".
Así pasa volando el tiempo hasta que llega el momento de salir.
Hoy es jueves por lo tanto llegó a mi casa temprano.
Para mi sorpresa el ama de llaves cerró la puerta y me quedo en la calle.
Saco el celular de mi mochila y le marco a ella, le digo que si puede venir con las llaves para poder entrar y me dice que en un rato llegará.
En lo que espero platico con ella para que esto no sea tan aburrido.
Llega un momento en el que me da hambre y le digo que me espere porque iré por un chocolate.
Voy a la tienda y compro dos chocolates.
Regreso a mi casa y le digo que tengo uno de sus chocolates favoritos. Le menciono que se lo daré mañana y responde que de esos no le gustan.
Le digo que ya me lo comí y luego que me mintió.
Ella me dice que no que solo era una broma.
Río un poco y en eso llega el ama de llaves me abre la puerta, agradezco y me meto a la casa.
Me quito la camisa junto con la mochila y me voy a mi cuarto a descansar un momento.
Pero empiezo a platicar con ella y mi ánimo se eleva, empiezo a sonreír, se me hace muy raro y estúpido porque solo le sonrió a una pantalla.
Pero se que ella es el motivo de esa sonrisa y lo mantengo así.
Voy a la cocina por algo de comer y casualmente no hay nada.
Veo el refrigerador y hay una nota pegada que dice: William, deje dinero en la isla compra algo para comer.
Voy a la isla tomo el dinero y ante de salir de la casa pido una pizza para mí.
En lo que llega me mantengo hablando con ella, eso es tan divertido y emocionante.
Al cabo de unos minutos escucho el timbre de la puerta, me acerco y veo perfectamente que es el repartidor.
Como no están mis padres decido darle el cambio al repartidor.
Después de todo que son veinte dólares.
Abro la caja de pizza, percibo el aroma de la pizza y me dijo a mi cuarto para poder disfrutarla mejor.
Mientras como sigo mandando mensajes a Charlotte.
Termino mi comida que prácticamente ya es cena porque son las ocho de la noche.
Salgo a tirar la caja y cuando vuelvo me digo a Charlotte que descanse después de todo ya estará dormida.
Dejo el celular y de nuevo la duda de si debo o no guardarme esto durante más tiempo.
Llego a la conclusión con una pequeña frase que ví por ahí:
"Lo que no decimos no se muere, nos mata".
Salgo de bañarme, me voy a mi cuarto me acuesto en la cama y sin vestirme me quedo profundamente dormido.
ESTÁS LEYENDO
El chico anarquista.
Teen FictionTrata de un chico que es anarquista pero su vida cambia al conocer a una chica.