Ambos jóvenes se encontraban cenando después de terminar una ardua sesión de limpieza de la casa.
—Esto sabe muy bien, Yuu —dijo al ojiverde.
—Gracias, el secreto está en la baba —respondió.
Mikaela se quedó estático por unos segundos.
—¿Baba? —preguntó asustado.
—La textura que tiene el plato es por la baba de caracol, ¿no lo sabías? —Lo miró.
—Ah, ehm, claro —le dijo con un intento de sonrisa—. ¿Puedo usar tu baño? —cuestionó.
—Por supuesto. Está arriba. La segunda puerta a la derecha —le orientó.
—Gracias. —Y se fue corriendo para vomitar aquello que le habían servido.
Yūichirō solo rio y miró por su ventana. Decidió salir por un momento al patio de atrás.
—Hizo un poco de calor el día de hoy. Será mejor que riegue las plantas antes del anochecer —soltó y se quedó observando una piedra por algunos minutos—. Sí que has vivido muchas experiencias, tu textura es distinta —rio—. Creo que al fin florecerán las camelias blancas —habló sonriente.
Volvió a la casa y se sentó a la mesa, justo unos momentos antes de que Mikaela volviera a su lugar.
—¿En serio que este plato tenía baba de caracol? —le pregunto el blondo.
—No —sonrió—. Solo me pareció chistoso ver tu reacción. Saluda a la cámara —le sugirió.
—¿Cámara? ¿O sea que todo esto fue una broma de televisión? Supongo que nadie podía actuar tan extraño solo porque sí —dijo aliviado.
—¿A qué te refieres? Nunca ha habido ninguna cámara. Solo era otra broma —habló confundido.
Oh, oh.
—No es nada, no es nada. —Se le notaba visiblemente nervioso—. Tengo que ir a... contestar mi... ¿celular? —Buscó alguna excusa para levantarse.
—¿Tu celular no se había roto? —le preguntó.
—Oh, sí, cierto, pero tengo un... Nokia, sí un Nokia. Esas cosas no se rompen ni porque les pases un camión encima —habló tratando de sonar seguro.
—Oh... ¿Es así? —sonó un tanto, ¿deprimido?—. Puedes ir a hablar al patio de atrás. Mientras más cerca del río, más cerca del pueblo estás, por lo que hay más señal —aconsejó—. Pero ten cuidado.
—Está bien, gracias —dijo y salió.
Yūichirō fue a la sala de estar y se acomodó en un sillón, mientras miraba a la nada.
—Duele. Duele mucho —habló, sin esperar una respuesta.
Mientras tanto, Mikaela estaba caminando sin rumbo fijo, pero guiado por lo que le dijo el ojiesmeralda.
Se sentía realmente extraño. De hecho, todo lo de allí le parecía extraño. ¿Por qué aquel chico era tan sensible y excéntrico? ¿Por qué sentía pena cada vez que él se veía triste? Pero, por sobre todo, ¿por qué sentía un cariño protector hacia él?
Supuso que son solamente estupideces, después de todo, lo conoce hace apenas algunas horas y no puede decir que ese chico sea alguien normal. Es probablemente una de esas personas con las que no le gustaría mezclarse por nada del mundo.
Siguió caminando y caminando, hasta que se encontró con el río del que habló Yuu. Se sentó en el borde y empezó a admirar su alrededor.
Realmente todo era completamente distinto al lugar en el que vivía antes.
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¡Las cosas no son tan simples! [MikaYuu]
FanfictionMikaela es una persona fría y determinada. Su objetivo es encontrar a aquella persona que tanto daño hizo, y se embarca a un lugar completamente desconocido para él. En aquel sitio, ciertos obstáculos aparecen y el principal de ellos es aquel bello...