Dos Corazones Rotos - 3ra Temporada/Jos Canela {TERMINADA}

Capitulo •14•

Abrí mis ojos y miré hacia el reloj de la pared, estaban por ser las dos de la tarde. Anoche me quede hasta madrugada llorando, y me sentía muy débil hoy. Me giré para tomar mi celular y me llevé un gran susto al chocar con un cuerpo, era Freddy quien solo se dedicaba a observarme.

–¿Que estás haciendo aquí?– Dije con voz ronca.

–Esperaba a que despertaras– Respondió –¿Como te sientes?

–Mal..– Mis ojos se aguaron.

–Ya no llores por favor, te juro que odio verte tan mal– Me acorralo en sus brazos.

–Se va a casar..– Mi voz se quebró.

–Es una lastima lo sé, pero llorando no cambiaras la realidad, debes de aceptar las cosas como son _____.

–¿Y cómo hago eso?

–Olvídate para siempre de él, y sé feliz con lo que tienes– Lo miré –Tienes una hija, y creó que es motivo suficiente para que seas la persona más feliz del mundo.

–Perdón Freddy, de verdad perdóname por ser tan estupida y seguir llorando por él– Dije avergonzada. Debía de aceptar la cruel y triste realidad, por más que me doliera, además, no es como si lo fuera a ver todos los dias, vivíamos en la misma ciudad, pero eso no quiere decir que lo vería seguido.

–No tienes porque pedirme perdón– Besó mi frente.

–Nunca podré recompensarte todo lo que has hecho por mi– Me recargué en su hombro.

–Solo se feliz, y eso es más que suficiente para mi.

~•~•~

Los días habían pasado, y poco a poco comenzaba a adaptarme a la realidad, trataba de no pensar en lo mas mínimo en Jos y en su vida, y dedicarme a la mía.

Terminé de acomodar mi cama y después me dejé caer en esta, tomé el control remoto y le puse play a la película que no había terminado de ver esta mañana.

El ruido de mi celular sonando hizo que pausara la película, la pantalla marcaba un número desconocido pero aun así opte por contestar.

–¿Hola?

–Hola, ¿_____?– No pude lograr reconocer esa voz.

–Si, ¿quien habla?

–Soy el doctor Alonso Villalpando, ¿me recuerdas?

–Oh claro, creí que jamás llamarías– Reí levemente –¿Hay algún empleo para mi?

–Lamentablemente no, pero te llamaba para otra cosa.

–Dime– Pedí mientras daba un sorbo a una botella de agua.

–¿Te gustaría salir a comer conmigo este viernes?– Escupí la poca agua que me faltaba por pasar ¿de verdad ese hombre que no conocía en lo más mínimo me había invitado a salir?

–Escucha no lo sé, no nos conocemos y...

–Precisamente la salida sería para conocernos más a fondo– Dijo interrumpiéndome –Por favor di que si, solo será una simple comida– Lo pensé por unos momentos, tal vez no sería mala idea empezar a conocer nuevas personas.

–De acuerdo– Acepté y pude escuchar un ligero grito de celebración de su parte.

–Genial, te mando los datos de donde nos veremos por mensaje, hasta el viernes.

–Adiós– Colgué el teléfono y después volví a ponerle play a la pelicula.

Para decir verdad, el resto de la película no pude lograr prestar atención del todo, ya que seguía pensando en la llamada que acaba de recibir, por una parte me daba gracia pero era algo extraño que un importante doctor quisiera salir conmigo.

–¡Mamá!– Escuché un fuerte grito de mi hija, rápidamente me puse de pie y corrí hacia la planta baja de donde provenía el grito.

–¿Lizzy? ¿Dónde estás?– Pregunté con preocupación ya que no la veía por ningún lado.

–En el baño– Gritó entre sollozos lo que hizo que me alarmara.

Llegue rápidamente al baño y vi a Lizzy sosteniendo un papel lleno de sangre sobre su nariz.

–¿Que te paso mi amor?– Me puse a su altura y la ayude sosteniendo el papel.

–No se, empezó a salir mucha sangre sin razón– Contestó –Tengo miedo mami.

–No debes de temer mi vida– Cambié el papel de su nariz por un limpió –Ven, vayamos a que te recuestes.

La cargue y subí con ella las escaleras, su llanto comenzaba a disminuir. La recosté en la cómoda cama, al parecer la sangre ya se había detenido.

–¿Te sientes mal?– Pregunté tocando sus mejillas para asegurarme que no tuviera temperatura.

–No, pero tengo miedo– Respondió sin ánimos.

–Todo estará bien mi princesa, solo duerme un rato– Le indiqué antes de besar su frente, ella solo cerró los ojos.

Se había asustado bastante al ver toda esa sangre, no me gustaba ver a mi hija llorar, me hacía sentir triste.

Cuando Lizzy ya estaba dormida por completo, me levante de la cama, debía preparar la comida para Freddy el cual no tardaba en llegar. Tomé a señor conejo del suelo y lo dejé a un lado de ella, se que cuando despierte y lo vea, se olvidara de todo lo que paso.

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