Capítulo I

120 17 11
                                    

¿Dónde estoy?¿En dónde me encuentro?

En un lugar inalcanzable para un ser humano normal.

¿Quién eres?

Nadie, o alguien, depende de cómo lo veas

¿Cómo llegué aquí?

Deberías saberlo

¿Qué es esto?

Un lugar deseado por muchos pero alcanzado por pocos

¿He muerto?

Quizá

A todo esto, ¿Quién soy?


-¡Megan! - Exclamó mi mejor amiga en un tono molesto. La resplandeciente luz llenó mis pupilas haciendo a mis ojos arder. Tuve que pestañear varias veces antes de regresar a la normalidad.

-¿Qué? - Respondí un poco molesta por el ardor.

-Te estoy diciendo desde hace horas que llames a los chicos para decirles que estamos a punto de llegar - Exclamó algo exasperada. No la culpo.

-Vale, ya les llamo - Anuncié al marcar.

-En serio - Me vio por el rabillo del ojo, su voz sonaba preocupada - ¿Qué te pasa últimamente? Has estado extraña

-¿Extraña? - Pregunte frunciendo el ceño y llevando el celular al oído - ¿A qué te refieres?

-Recientemente has estado haciendo esa cosa rara. Te quedas viendo a un punto fijo y no reaccionas - Mencionó mientras volteaba al frente - ¡Cuidado Imbécil! - Exclamó al hacer sonar el claxon del carro -  ¿qué nadie sabe manejar en esta ciudad?

-Ahora que lo mencionas - Dije recordando - siento que entro a un extraño lugar por unos momentos, pasa algo, pero en cuanto reacciono PUFF - hablo al mostrar con mis manos una explosión - olvido todo.

-Mmm, he oído eso en otro lugar... - Menciona Jenn -¿Sabes? Esto es muy parecido a...

-¡Hey! - Contesta la persona al otro lado del teléfono, por lo que la interrumpo al hablar.

-Jake, estamos a punto de llegar

-¡Perfecto! Las estábamos esperando. ¿Pueden pasar a comprar hielos?

-Sí, te vemos en un rato.

-¿Qué quieren ahora? - Preguntó Jenn divertida.

-¡Hielos!

-¡Por hielos se ha dicho! - Exclamó divertida mi amiga mientras dejaba salir una risa.


Después de pasar por hielos llegamos a donde Jake, es la casa de vacaciones de su familia. Tiene alberca, cuarto de juegos, dos grandes salas, chimenea y lo mejor de todo, habitaciones con camas grandes y súper cómodas. Desde que nos conocimos en la preparatoria pasamos dos semanas de vacaciones de verano en ese lugar.


-¡Miren quienes llegaron al fin! - Exclama Matías - ¡Mis chicas preferidas! - Dijo mientras corría a abrirnos las puertas del auto.

-Gracias Matías - Contestamos al unísono.

-¡Bola de rufianes! - Grita el chico hacia la casa - ¡Vengan a ayudar con las maletas! - Como si fuera un avalancha los demás llegaron corriendo a recibirnos.

-¡Meg! ¡Jenn!  Sí vinieron - Exclama Juan entusiasmado.

-¡Claro que vinimos! - Habla mi amiga - Es la tradición anual de los Fullers

-¡Oigan! - Reclama un chico - Ya no se pueden llamar a sí mismos de esa manera

- Es cierto - Reprocha otro - Hace que nos sintamos excluidos de todo. Por cierto, muchas gracias por traer nuestras maletas.

-Claro que no, saben que los adoramos. Es solo la vieja costumbre. Y no agradezcan, también ustedes nos han salvado de apuros - Ambos asintieron y entraron a la casa llevando las maletas con ellos.


Desde primer año en la preparatoria Jennifer, Jake, Juan, Matias y yo, Megan, hemos estado juntos. Nuestros nombres comienzan tres con J y dos con M, mientras tres son hombres y dos somos mujeres. El póquer es un juego de cartas en el que existen distintas 'manos' o 'juegos' una de ellas es full house, o simplemente full, que es una combinación de tres cartas de igual valor y un par distinto. En la preparatoria nos nombraron Fullers porque siempre estábamos jugando cartas contra todo el que nos retara y normalmente ganábamos; agregando el hecho de que nuestros nombres y sexos son extrañamente un Full,  siempre que nos enfrentabamos entre nosotros la persona que ganaba lo hacía con un full en su mano, son las cosas que nos ganaron el apodo.


En tercer grado de preparatoria conocimos a un cuarteto divertido Hugo, Leonardo (los dos que reprochaban anteriormente), Eder y Clarissa. Leo y Éder tomaban las mismas clases que Jake y yo y un buen día decidimos juntarnos todos a jugar. A partir de ese momento nos volvimos muy buenos amigos, pero como ya teníamos tiempo con el apodo de Fullers era difícil quitárselo.



-¡Aaaaaaa! - Se escuchó un gran grito dentro de la casa - ¡No puede ser, no puede ser, no puede ser! - La voz sonaba más fuerte. Jenn y yo nos miramos de reojo mientras sonreímos y volteamos a ver la entrada principal - ¡Son ustedes! - Gritó la voz en cuanto la persona estuvo en la puerta - ¡VINIERON! - Y se echó a correr hacia nosotras a lo que respondimos con el mismo gesto - ¡Las extrañe tanto!

-Nosotras a ti - Respondimos al unísono

-¿Cómo has estado Clari?

-Muy bien Meg - Respondió con una gran sonrisa

-¿Qué tal la Uni? - Preguntó Jenn

-Como siempre, mis compañeros siguen de pesados - dijo un tanto fastidiada - pero ya me acostumbré - Añadió al encogerse de hombros restándole importancia.

-¡Hey nenas! - Llamó nuestra atención Jake que caminaba hacia el carro -¿Quién quiere un poco de Jake? - Preguntó "encantadoramente" mientras abría los brazos. Ambas rodamos los ojos, Clari le dió una mirada de odio, Mat y Juan rieron por lo bajo.

-¿Y Eder? -Pregunté curiosa a Mat mientras todos caminábamos a la casa ignorando a Jake.

-Adentro en la casa - Respondió Juan - Hablando con sus padres. - Aclaro.

-¡Oigan! No me dejen aquí solo e ignorado - Gritó Jake mientras se apresuraba a alcanzarnos.

Estábamos en la mesa del comedor hablando sobre cosas sin importancia como qué habíamos hecho en el año, los chismes, cosas divertidas, etc. Extrañaba pasar tiempo con esos chicos, es divertido. Los considero como mi segunda familia. Familia. Me quedé pensando en esa última palabra. Me provocaba algo. ¿Quién es mi familia?

-Entonces Meg - Habló Eder sacándome de mis pensamientos - ¿Qué tal te ha ido en el extranjero? - Dejé salir un suspiro antes de contestar.

-No ha sido más que increíble. Valoro mucho la experiencia que he adquirido. Todo el mundo fue súper amable conmigo. Cada vez estoy más segura de lo que quiero hacer para el futuro.

-No había duda, futura investigadora reconocida internacionalmente -termina Juan


Después de unos cuantos minutos más de risas e historias nos quedamos callados. Tal parece que cada quien estaba recordando sucesos que nos marcaron. Hemos pasado por mucho desde que nos conocimos, especialmente en este lugar. El primer año la policía llegó, el segundo se nos metieron unos mapaches acabándose la comida, el tercero (cuando ya estábamos los 9) casi incendiamos la casa, el cuarto todos trajimos a nuestras parejas y terminó en un desastre (prometimos nunca volver a hacerlo), el quinto nos perdimos las dos semanas en el bosque, el sexto... el sexto fue raro, y ahora es el séptimo año seguido.

Es increíble estar con estos ocho. Nunca te arrepientes y siempre tienes una razón por la cual darle una sonrisa a la vida. Comencé a inspeccionar la cara de todos, sus ojos, sus bocas, narices, la formación de arrugas en los ojos mientras sonreían. La sensación era perfecta. Sin previo aviso todo se hizo oscuro, negro. Olvidé lo que estaba haciendo, olvidé en dónde me encontraba, olvidé a mis amigos y luego me olvidé a mi misma. Me perdí.

Full HouseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora