Capítulo V

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¿Las personas recuerdan sus sueños? Yo algunas veces lo hago pero los olvido inmediatamente al despertarme. En ciertas ocasiones he experimentado esa necesidad de traerlos de vuelta, forzando mi mente a hacerlo y fallando catastróficamente en el intento. Y es que ¿quién no quiere recordar las cosas buenas que pasan por tu cabeza? Todo el mundo quiere tener frescos sus sueños al contrario de las pesadillas. Lo más gracioso es la facilidad con la que recordamos estas últimas.

Me encontré con algo que no necesariamente quería pero si me esperaba al abrir los ojos. La NADA. Todo estaba oscuro, negro, vacío o como sea que se describa. Ya no se me hace extraño que esto suceda, pasa demasiado seguido y, de alguna forma, está comenzando a ser reconfortante.

-De acuerdo esto es frustrante -hablé en voz alta... tal vez-, he perdido la cuenta de las veces que ha pasado y ni siquiera recuerdo qué sucedió la última vez- espeté gritando hacia todos lados-. Así que cabeza mía te agradeceria como no tienes idea si tan solo pudieras recordar algo.

-¿Recordar? - Se escuchó una voz divertida y bastante familiar - ¿Qué es lo que quieres recordar? - Dijo esta última palabra riendo, como si no creyera que la misma palabra haya sido pronunciada por mi.

-No lo sé -suspiré rendida-, sólo... sólo quiero saber porqué sucede esto y qué es lo que pasa cada vez que me encuentro en este... estado -dudé la última palabra.

-¿Para qué quieres saberlo? -Curiosidad se asomó en su tono.

-Darle sentido a lo que está pasando, quizá.

Esperé, esperé y esperé por largos minutos, pudieron haber sido segundos, hasta que me enojé.

-¡Hey! -Exclamé -¿Por qué no me respondes?

-No sabía que tenía que responder - Touché.

-Bueno, ¿tú sabes algo? -Más minutos gastados esperando. Suspiré. -Lo tengo, no quieres contestar. Al menos dime tu nombre.

-¿Nombre? -Preguntó confundida -No tengo uno de esos.

-¡¿Cómo que no tienes nombre?! -No pude evitar soltar esa pregunta sin pensar.

-Uyy perdóname por no tenerlo -su tono de indignación se hizo notar.

-No, yo, ahh -suspiré frustrada-. Lo siento, no quería hacerte sentir mal sólo quería saber como debería referirme a ti.

-Mmmm -pareció pensarlo -, me da igual puedes referirte a mi como quieras, de todos modos lo olvidarás -esa última frase me mató por dentro. Lo peor es que yo también estaba segura que lo olvidaría.

-Es posible -sentencié y un suspiro de su parte se escuchó -, pero trataré de recordarlo. Así que, ¿te gustaría que te llamara Gem o Gemi?

-¿Gem o Gemi? ¿Por qué?

-Por geminus, es 'doble' en latín.

-No somos 'dobles' -habló divertida -al menos tú tienes un nombre.

-Lo tengo -sentencié -, seguro lo tengo pero no lo recuerdo. Así que estamos iguales.

-'Gemi', me gusta. Entonces tú serás Gem -no pude evitar reír ante sus palabras

-Sí, soy 'Gem'.

El silencio invadió el lugar, no uno incómodo sino uno relajante, sabía que ella estaba ahí. No tenía nada de qué hablar, no sabía nada de todas formas y supongo que ella tampoco. Es gracioso, no puedo recordar nada pero este lugar me trae tranquilidad por alguna extraña razón y la presencia de Gemi me hace sentir completa, lo que sea que eso signifique. Hace mucho que no me pasaba estar tan agusto.

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