Luego de hablar tranquilamente con mamá.
Tranquilamente, claro.
Bueno, luego de desahogarme insultando a los chicos y a la tal inquilina, respiré profundamente y decidí que mañana mismo saldría a buscar un departamento, no me quedaría con aquellos traidores por un día más, además, aunque quisiera no había espacio.
Me fijé en la hora cayendo en cuenta de que hablé con mamá durante casi una hora y media.
Pobre.
Me levanté del asiento y me encaminé a la casa, ya era hora de dormir y con el viaje necesitaba estar en los brazos de Morfeo durante un largo rato.
Aún se siente mal el hecho que los chicos me hayan "cambiado", aunque sé que en realidad no es que me hayan sustituido, solamente creyeron que no iba a volver en un buen tiempo y decidieron arrendarle la pieza a una niñata.
No la conozco pero ya me cae mal, ni idea el porqué.
Llegué a la casa y toqué la puerta esperando a que alguien me abriera, supongo que deben estar durmiendo pero en estos momentos no me interesa mucho si los despierto o no, mi humor no es muy bueno que digamos.
Harta de esperar por casi diez minutos a que alguien se dignara a abrir la puerta, me asomé por la ventana e intenté abrirla y para colmo estaba cerrada.
Esta bendita suerte.
Suspiré y me resigné a hacer mi última jugada, voy hacia la reja y la pasó con facilidad. Creo que deberíamos cambiar la reja, es demasiado fácil pasarla y por ende robar.
¿Deberíamos?
Deberían.
Caminé hacia el ventanal del comedor y lo abrí, al cerrarlo escuché un ruido y me quedé inmóvil.
Me encogí de hombros y avancé a la cocina, esto del atletismo me dio sed. Abrí la nevera y saqué la leche, me serví en un vaso y tranquilamente me senté en el taburete como si fuera de día, a pesar del cansancio que recorría mi cuerpo, necesitaba un vaso de algo helado para refrescar mi garganta.
Volví a escuchar un ruido y me sobresalté, me levanté del taburete para dejar el vaso y dirigirme al sofá, total, ya no tengo habitación.
Otro ruido se hizo presente y esto ya comenzaba a darme mala espina, espero que nadie piense que soy un ladrón porque en ese caso estar...
Mis pensamientos fueron interrumpidos por un golpe en la cabeza, al instante caí al suelo creando un gran estruendo.
Mi cabeza dolía como los mil demonios, intenté abrir los ojos pero con cada esfuerzo el dolor crecía.
Se escucha como bajan las escaleras y luego prenden la luz de la cocina.
—Apaga eso idiota —hablé bajo pero lo suficientemente fuerte como para que aquella estúpida persona que encendió la luz me escuchara.
—Emma, estás sangrando —escuché que hablan a mi lado pero no pude distinguir quién era.
Subí la mano a mi frente y sentí como un pequeño flujo de sangre se derramaba por esta. Si en estos momentos pudiera poner los ojos en blanco, lo haría.
Unos brazos me levantaron y me dejaron delicadamente en el sofá, abrí los ojos y vi como todo a mi alrededor giraba y daba vueltas cual taza loca.
—¿Qué sucedió Kate? —Alex habló y un toque de molestia se hizo presente en su voz.
Fijé mi mirada en la niñata y ella me miró con arrepentimiento, yo solo me dediqué a fulminarla.
—Creí que era un ladrón y me asusté —su voz se escuchaba entrecortada.
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Plan T
Dla nastolatkówMis papás y yo pensamos que lo mejor es irme lejos, muy lejos. Geográficamente hablando, Londres. Allí, me quedaré con mi primo Jake, la persona que me ayudará a crear maravillosas aventuras, aunque esto no es del todo cierto. No es la persona, si...