XV: Todos tenemos secretos y un pasado.

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La mirada atónita de Kristen confirmaba lo que mis ojos creían haber visto. Efectivamente, era Nina besándose con otro chico, pero no era cualquier chico. El tipo al que Nina había besado apasionadamente era...Robert.

— ¿Es él? ¿No? —pregunté a Kristen.

—Claro que es él— murmuró mientras torneaba los ojos.

—No puedo creer que Nina esté engañando a Ian.

—No puedo creer que Robert sea más cerdo de lo que creía, pobre de tú amigo —suspiró Kristen.

—Pero Kristen... tal vez Robert no sabe que esta en medio de una relación, él puede ser una victima al igual que Ian.

—Se nota que no conoces a Robert, el en cualquier situación, escucha bien; jamás sería una victima, sino que sería el quien estaría detrás de todo—recalcó— no deberías confiar en el sólo porque trató de hacerse el amable contigo; que no te engañe su adorable rostro—me advirtió notablemente afectada.

La verdad no tenía como responder lo que me había dicho, después de todo ella tenía razón, no lo conocía, pero tampoco la conocía a ella. Y aunque debo reconocer que tengo aquél presentimiento de que Kristen es una buena persona, no podía dejar que sus apreciaciones personales influyesen en mis percepciones sobre las otras personas. Ahora... una sola cosa es cierta, Nina es una maldita víbora.

— ¿Qué harás? —preguntó Kristen mientras tomaba su cabello en una coleta.

— ¿Qué haré con qué? — sabía exactamente a lo que se refería.

— Supongo que le dirás a tu amigo la verdad, a ver si le da una buena paliza a Robert— sugirió, intentando ocultar el regocijo que le causaba la idea.

—Perdón que pregunte... pero... ¿qué pasa entre Robert y tú? ... ¿por qué lo odias tanto? —el rostro de Kristen se desconcertó ante mi entrometida pregunta.

—Eso... eso no es importante ahora... ¿qué le dirás a tu amigo? Supongo que le dirás lo que viste... ¿no? —evadió completa y notablemente mi pregunta.

—No lo sé Kristen, tal vez no deba decir nada. Creo que no es bueno meterse en este tipo de cosas, piénsalo, ¿De verdad crees que Ian se tragaría una palabra de lo que le diga sobre su novia perversa, siendo yo; prácticamente, una desconocida? Afrontémoslo es bastante improbable— meneé la cabeza.

— ¿Pero lo omitirás así nada más? — Me miró incrédula— Robert no puede salirse con la suya así nada más. Noté como sus gestos exteriorizaban algo de ira.

—Kristen, siento que soy la persona más entrometida del mundo, pero... por favor... dime ¿Qué diablos te hizo Robert para que lo detestes tanto? , dímelo... quiero entenderlo, quiero entender tu rabia, y ayudarte... no lo sé. Miré su rostro, y por un momento vi algo de tristeza en sus ojos.

—Él maldito ese —se detuvo un momento, cerró sus ojos, y los abrió lentamente— jugó con los sentimientos de mi hermana menor... y con los míos; fingió ser mi amigo y hasta el día de hoy, se aprovecha del enamoramiento de mi hermana para fastidiarme. Hoy, por ejemplo, cuando me dirigí hacia él, y le dije que le robaríamos el puesto de ayudante, me amenazó con lo mismo de siempre... que le diría a Liz que por mi culpa él no quiso salir con ella. Sé que suena estúpido, pero él conoce perfectamente la relación que tengo con mi hermana, la verdad es algo difícil, y el único momento en el que logramos acércanos un poco más, fue; increíblemente, gracias a él. Él lo sabe, y es por eso que se aprovecha de lo que mi hermana, seguramente, aún siente por él. Es por esto que no puedo hacer nada, estoy atada de manos, si digo algo; cualquier cosa, sé que él arruinará lo poco y nada de relación que tengo con ella.

Peachtree/ Árbol de duraznos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora