coleccionista de muñecas (Una Mente Psicopata))

Solo soy un loco

Por primera vez, Charlie, eligio sentarce en el banco blanco que habia en el patio antes que en el cesped. Hoy no queria contemplar la inmesidad del cielo, tampoco analisar las cosas de mas, solo queria estar ahí, detenido en aquellas tablas de madera clavadas entre si.

No le importaba si las nubes no eran lo suficientemente grande, tampoco si soplaba el viento. Solo queria saber lo que era sentrice normal; aunque no habia muchas chances ya que los enfemeros revoloteaban a su alrededor como moscas.

Prefirio que ese detalle no le quitara la paz que habia logrado en esos dias. Seguramente todo se debia a la medicacion...a las drogas como el las solia llamar.

Vio a Lucrecia deambulando, agacho la cabeza para no llamar la atencion, aquel instante en el que estaba, era su momento de calidad y no queria que nada lo estropeara; tambian estaba Luciana que atendida a los mas delicados, era verdad, algo en ella le hacia recordar a Nancy y tak vez era la amabilidad con la que se manejaba, tal vez era que su perfil se asemejaba al de ella o tal vez era porque su nombre, en los labios de aquella chica, tenia una entonacion parecida pero claro que Charlie no se podria enamorar de ella porque Luciana era Luciana y no Nancy...eso estaba mas que claro. Sonrio. En algun punto la muchacha lo hacia sentirce disconforme con lo que era, hacia que tubiera ganas de escaparse con ella. Que ese sitio en donde estaban no fuera mas que la fotografia de un recuerdo perturbador, al que no volveria.

Se pregunto que hacia la enfemera en sus tiempor libres, tal vez le gustaba pintar, hacer ejercicio o descansar todo el día cuando tenia franco. Se la imagino bailando al ritmo de una musica movida, limpiando el apartamento que de seguro no era lo que ella esperaba, pero se habia conformado. Cuanta imaginacion poseia Charlie Headen cuando se lo proponia.

Metio la mano en su bolsillo. El cubo magic estaba ahí, armado por completo; no habia mas diversion en ese artefacto. Volvio a meterlo en el bolsillo del pantalon. Resoplo por lo bajo.

_ No sabia si venir.- escucho el tono calmado y dulce de la mujer. Sabia de quien se trataba pero no perderia la cabeza a causa de las pastillas. Miro sobre su hombro para saber cuan serca estaban los enfemeros, si hablaba en susurros no lo escucharian.

_Tu presencia nunca es inoportuna, mi querida Nancy. - una vez mas, la mujer imaginaria aparecia en el plano. Posiblemente se debia a que habia estado mirando a Luciana con los mismo ojos con los que miraba a Nancy y posiblemente, tambien se debia, a que ya no tenia con que distraerse. A pesar de eso, Nancy no se veia tan deplorable como la ultima vez. Su aspecto era el mismo de cuando la conocio. Sintio que su corazon se acelero y sonrio. <Solo tu provocas eso Nan...> penso al mismo tiempo que cerraba sus ojos y dejaba que el viento lo abanicara un poco, de ese modo, la fragancia a rosas que usaba Nancy, se le impregnaria en las fosas nasales por el resto del día.

_ Eso es bueno. - dijo la chica sentandoce al lado de él.

_ Tengo que hablar de aquella noche...- comento en tono bajo. Ella chisto, Charlie voltio a verla, se cubria la boca para ocultar su risa. De ese modo la recordaba él.

_ Debe de resultarte un fastidio ¿No?

_ Un poco, aunque no por ti sino por mi.

_ No te odio Charlie, si eso es lo que piensas. - el joven Headen le sonrio a la nada.

_ Esas son patrañas, claro que me odias. Solo dices lo que mi mente quiere escuchar.

_ Deberias darme algo de credito por lo que digo. - la chica miro en direccion a donde estaban los demas.

_ No eres real, solo vives en mi cabeza. - pico con su dedo indice al nivel de las cienes. Ella sonrio, se veian sus dientes.

_ ¿Que es real Charlie? El hecho de que pase en tu cabeza no significa que no lo sea, el que solo me puedas ver tu, que solo me vos me puedas escuchar, eso no me hace irreal sino, solo real para ti.