Inicios

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_ Comienza Charlie, soy toda oidos.- Charlie observaba la amenazante virome a punto de escribir un sin fin de oraciones que hablaban mal o bien de él? Cuanta incertidumbre tenia, pero algo le decia que su secreto ya no era tan secreto, que se habia descuidado, entonces la verdad queria salir despues de todo estaba solo, nadie mas podria aterrarse por lo que el decía o hacía.

_Claro...- aclaro su garganta y cruzo su pierna sobre la otra. - cuando tenia siete años comenzo todo, dicen que es el periodo en donde comenzamos absorvemos todo los que nos da lo que nos rodea ¿no es asi? - Angeles asintio. - pues esta es mi historia...

Flushbuck

Charlie jugaba con sus autos de carreras, el verde cesped resaltaba en contraste con su blancusca piel, le gustaban esos colores naturales tanto que le hubiera agradado tener unos bellos ojos claros; entro corriendo a la casa llamando a su madre, no la veia en ningun lado, solo estaba su hermana de apenas un años mas chica que él. Marta Headen poseia unos hermosos ojos turquesa que destellaban con el cielo, a Charlie le gustaba perderse en ellos. Traía un vestido blanco con puntillas en los extremos, tes perfecta, no habia errores en ella, un pelo hondulado de color castaño que se extendia hasta la cintura y un fanatismo extremo por las muñecas de porcelana que su padre le traía de los inumerables viajes que hacia al extranjero con su empresa de marketing. -Eres como una muñequita Marti. - dijo Charlie dulcemente acariciandole las mejillas con sus manitos con hoyuelos. Marta le sonrio.

Se sento frente a ella y la observaba jugar, la semejanza que tenia con sus muñecas era terriblemente espantoso, claro, ante los ojos de Charlie porque sus padres adoraban esa perfeccion.

Fin del flushbuck

_ Adoraba a Marta, la perfeccion estaba ahí, en cada parpadeo que daba , no entendia cómo podia existir algo tan dulce como ella.

_ Cuando dices que la adorabas ¿Por que lo pones en tiempo pasado?- Charlie sonrió.

_ Debe de saber que la parte que viene ahora no es nada agradable. - Angeles asintio y trago el poco de saliba que tenia en la boca, estaba disfrutando de todo esto.

_ Marta Headen, mi hermana...- escupio al aire.- sabe como es este mundo, siempre hay algo que sale un poco mal y eso le habia sucedido a Marta y a mi y a mi familia. Fue en el cumpleaños numero seis de ella yo ya tenia 7 y....

Flushbuck

Charlie habia aprendido a pasar mas tiempo con Marta que con el mismo, ya no queria sus autos de carrera o su nueva pista que le habia regalado su padre, el queria las muñecas de Marta e incluso a ella. Muchas veces la había visto como una de ellas pero Marti Headen era humana y crecía, aquellas ropas que adornaban su cuerpo de porcelana ya no encajaban en sus caderas; a Charlie comenzaba a molestarle aquel hecho, no queria que su pequeña estatuilla le abandonara, no queria sentir la soledad de ya no poder jugar con ella, ahí estaba el mehollo de la situacion.

Charlie se calsaba sus vermudas a cuadro que poco le agraciaban, unas zapatillas blancas con una remera de cuello polo haciendole juego, odiaba verse al espejo sintiendose un payaso. Charlie desde siempre le gustaba lo clásico aunque como seguia siendo un niño, no se le escuchaba mucho a sus opiniones.

_ ¿No te molesta cumplir años? - le dijo apoyandose en la cama de Marta. Ella nego con la cabeza y le sonrio.

_ Recibo regalos y vienen todos a verme, tengo un castillo donde brincar y es la fecha del año donde como mas dulces, es divertido ¿no? - Charlie se sento en el medio de la cama, con sus pies colgando y jugueteando, casi que creia necesario llorar.

_ Pero te haces mas vieja.

_ No Charlie, aún soy una niña.

_ Ya no te pareces a una de tus muñecas. - saco sus labios en una trucha de reproche, Marta queria seguir siendo esa muñeca de porcelana, no queria dejar de jugar con ellas.

coleccionista de muñecas (Una Mente Psicopata))Donde viven las historias. Descúbrelo ahora