La mente de una Bestia.

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¿Que pasa por la mente de Charlie Headen? Era lo que todos se preguntaban. Parecia una fortaleza impenetrable, nadie, jamas, habia llegado lo suficientemente lejos como para comprenderlo.

Charlie era esa especie rara que su mente no tenia rastros de algun hecho perturbador que lo hubiera marcado de por vida; tan solo hacia lo que se le ocurria a su cabeza. Si queria matar, mataba. Si queria solo dañar, dañaba. No habia motivos, no habia recentimientos, no habia un proposito. Solo queria hacerlo.

El matar a esas chicas habia sido el resultado de una obsecion que le surgio cuandi era niño ¿Que detono aquella obsecion? No hania algo preciso, solo le gustaba saber que esos ojos plastificados jamas dejarian de verlo. Se sengia alagado; creyo que en muchos aspectos las muñecas eran mejor que los seres humanos vivos porque al menos esas estatuillas no fingian mirarlo. Lo hacian.

Quiso que Marta lo observara de ese modo, que Alma quien lo idolatraba tambien y que Lupe que se volvio debota de su persona en unas pocas horas tambien lo fuera y que asi permaneciera. Absolutamente se habia obsecionado con la atencion que le dieran los demas pero sonaba muy simple para el analisis que llevaba a cabo Angeles, no podia conformarse con eso.

Habian buscado por todas partes algun antecedente familiar que pudiera dar explicacion de los suceso pero Charlie habia sido el único que dejo ese rastro de dolor, el único capas de dejar una desendencia de ese tipo. Charlie Headen realmente era un dolor de cabeza. Su vida fue normal, a quienes consultaton, sus padres eran casi perfectos salvo por el detalle que jamas tenian el tiempo suficiente ¿Pero quien es perfecto en esta vida? Charlie fue el resultado de una insatisfaccion, aseguraron algunos familiares que testificaron en su juicio de condenada pero nada mas; de hecho nadie se imaginaba que él pudiera haber empezado este camino matando a su adorada hermaba hasta que él declaro.

Fue una pesadilla, se veia en el rostro de aquellas personas el desconcierto, se veia la desilucion e incluso el odio que y el asco que surgia poco a poco. Asi fue rechazado Charlie Headen por su familia ¿Quien ni lo haria? Habia resultado ser, mas que la obeja negra de la familia, la escoria y como escoria el derecho a la vida no era un privilegio del que pudiera gozar. Todos pensaron lo mismo.

La pregunta era si Charlie, tal cual como estaban las cosas, habia sentido ese rechazo o le resto importancia...al parecer a él no le interesaban esas personas, no las que estaban presentes.

Angeles estaba camino al encuentro por el que tanto habia rogado y esperado. Posiblemente penso que la ayudaria para entender mas esa mentalidad tan perversa.

Toco el timbre, la casa era pintorezca. La puerta se abrio, vio un rosteo cansado, agoviado, un rostro que podria asegurar, no portaba antes de todo eso.

_ ¿Doctora Angeles? - Fue inevitable sonreirle porque su voz sonaba con mucga gentileza. Sintio pena por esa exprecion de dolor que portaba, las ojeras con las que cargaba significaba que seguia sin dormir correctamente. ¿Quien podrua volver hacerlo despues de tener contacto con un demonio?

_ Si. Y tu...

_ Si. - La interrumpio. Habia llegado a odiar todo de su persona, hasta el nombre que le habia dado su madre. - Pase por favor.

La casa olia a encierro. Estaban un poco descuidadas las intalaciones, algunas cajas de pizzas apiladas, algunos vasos sin labar, la television encendida y asi permanecio durante todo el tiempo que Angeles se quedo alli. <Entonces...asi es como queda la vida de uno cuando la hayana un demonio. Que triste.> Tan triste que habia tenido la necesidad de llorar; pero no iba a quejarse, al final resulto que habia sido todo lo que esperaba de alguien que paso por una situacion traumatica.

_ Prepare café ¿Quiere una taza?

_ Claro.

_ ¿Lo corta con leche?

coleccionista de muñecas (Una Mente Psicopata))Donde viven las historias. Descúbrelo ahora