Buenos días

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Abro mis ojos un poco desorientada ¿dónde estoy?, de repente todo viene a mi mente, ¿qué hora es? Miro el reloj, 7:00 am.

Pase la noche con Sam y estamos enredados y abrazados, lo miro, él aún está dormido, se ve muy bien así, no sé qué hacer ahora estoy un poco apenada por dormirme aquí, se lo compensaré con un buen desayuno. Lentamente me zafo de él para que no despierte aun y bajo a la cocina.

Como me encanta la música busco mi celular y audífonos y con *Dnce en mis oídos, busco los ingredientes para preparar unas deliciosas tortillas de huevo con jamón y queso, no me gusta cocinar pero con esta cocina tan dotada con todo lo necesario, no puedo dejarlo pasar.

preparo café y bato los huevos y cuando volteo a la nevera Sam está parado con solamente un pantalón de pijama y una sonrisa matadora.

- Buenos días Mariana.

Congelada en mi puesto por la sorpresa de verlo, pero rápidamente me recompongo y le respondo:

- Hola.

- Veo que estás cocinando.

Dice mirando por encima de mis hombros a la comida.

- Si, quería hacerte algo de desayuno, espero que no te moleste.
Digo algo tímida.

Me mira y se acerca a mi lentamente, toma mi cara y me da un beso lento, disfrutando de mis labios, me dejo llevar y pongo mis manos en su duro y bien formado abdomen, eso hace que de un pequeño gemido, me separo y lo miró diciendo en un susurro:

- La comida se quema.

Me suelta y volteo para servir todo, de reojo veo que regresa al taburete muy feliz y me doy cuenta que estoy sonriendo de la misma manera.

Terminó la comida y sirvo todo en el taburete sentándome a su lado. y esperando una apreciación de la comida.

- Esto esta delicioso mariana, otra parte de ti, una excelente  chef.

Dice entre bocados realmente saboreando la comida.

- Me alegro que te guste, y no soy chef, se algunas comidas solamente, no me gusta cocinar para mi sola.

- Pues ya tienes a alguien a quien hacerle deliciosas comidas de aquí en adelante, porque eso de estar comprando no me gusta mucho y mí ama de llaves solo viene tres veces por semana.

- ¿Tienes ama de llaves?, con razón tan limpio todo.

digo burlándome un poco.

- Oye, no es justo yo también soy limpio, pero a veces el tiempo no me alcanza para ordenar.
dice justificándose.

- y sí, tengo ama de llaves se llama Constanza.

- Está bien, digamos que te  creo. dije riéndome y guiñándole un ojo.

- Ha ha, muy gracioso, cambiemos de tema, ¿no tienes clase hoy?

- Si en la tarde, por eso debo irme para alistarme. Digo levantándome del taburete.

Él también se levanta y rápidamente me toma por la cintura acercándome a él de tal manera que estamos a pocos centímetros de nuestros labios.

- Me encanto dormir a tu lado. Mira mis labios mientras habla.

- Me gustaría que se repitiera.

- lo siento, pero creo que no estoy preparada para pasar a hacer eso. Dije algo nerviosa.

- ¿de que eso hablas?

- De “eso”. Digo mirándolo con un gesto para darme a entender, pero me sigue mirando sin saber. suspiro y susurro.

- Ya sabes, eso, sexo.

Abre los ojos exageradamente sorprendido, por mi respuesta.

- Ah, eso, pero yo no hablaba de eso.

- ¿no?

- No, yo hablaba de dormir conmigo, solamente dormir.

- Entiendo que aún no estés lista, además hace unas horas aceptaste ser mi novia, las cosas con calma, excepto lo de dormir juntos porque me gustó mucho levantarme a tu lado, ¿qué dices? ¿repetimos?

Quede sin palabras a todo lo que acaba de decir, no sé qué pensar pero me gusto dormir con él.

- Tienes que entender que soy muy tímida y reservada como te he dicho antes todo esto es nuevo para mí y quiero tomarme algunas cosas con calma pero también me gustaría volver a despertar a tu lado.

Muy sonriente por mi respuesta finalmente une nuestros labios en un suave pero demandante beso, llevo mis brazos a su cuello y los rodeo, disfrutando el momento, antes de soltarme muerde mis labios sensualmente, lo que hace que salga un pequeño gemido de mí, haciendo lo sonreír más.

- Está bien se repetirá, que tal esta noche.

- Está bien, esta noche seria genial, pero debo irme ya para poder alistarme.

- Buen, te suelto pero no por mucho tiempo. Dice dándome un beso rápido y soltándome.

- Te recojo y venimos juntos, ¿a qué horas sales?

- Salgo a las 7.

- Perfecto salgo a esa hora también nos vemos en el parqueadero de la universidad, ¿te parece?

- Sí, claro que sí.

Feliz subo a su cuarto recojo mis cosas y bajó a despedirme.

- Listo, te veo esta noche. digo alejándome pero me atrapa de nuevo dándome un perfecto beso de despedida.

- Nos vemos esta noche baby.

y con estas palabras motivadoras salgo del apartamento preparándome para continuar mi día después de tan grandiosa mañana.

When sunshine arrivesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora