Un Destino Conectado #premiosoro

viaje lleno de sentimientos

Tsuna miraba el cielo nocturno desde su ventana, su tutor no estaba y él podía pensar con más calma; desde que Haru desapareció se ha sentido intranquilo. No sabe el porque pero siente que algo muy grande y malo pasará en poco tiempo.

-¡lo siento Haru!- dijo al viento después de soltar un suspiro.-no quiero que desaparezcas así.

El castaño ha sentido que su relación con la pelinaranja no ha ido muy bien, no puede disfrutar de nada, pues el solo pensar que a Haru le pase algo y que su tutor este más intranquilo cuando se trata de ella como tema principal lo alteran de sobremanera.

-¿donde estarás?...-Se cuestiono en su habitación apenas iluminada por la lámpara.

-¡yo se donde esta!- escucho desde las sombras una voz masculina.

-¿quien anda ahí?..¡muestrate!- exijio Tsuna con voz de jefe.

-¡se donde esta tu amiga!- escucho de nuevo, pero no salía de las penumbras.-se donde esta Haru Miura.

-¿como confiar en alguien que no ha salido?- sabe que nombró a su amiga, pero en ningún momento uso su apellido.

Poco a poco se fue mostrando un joven de su edad, lo único que vio fueron unos ojos turquesas profundos pero no reflejaban ningún sentimiento.

-¡ven!...Yo te llevaré con ella.- le estendio la mano, Tsuna se sintió hipnotizado, pero no sabía si por la voz o por esos ojos. Y estaba a punto de tomarla si no fuera por una bala que paso rozando la mejilla del contrario.

-¡habla!...¿donde esta Haru?- hablo el sicario.

-¡reborn!- Tsuna se alegró de ver a su tutor, hace algunos días verde encontró un método para volver adultos a los arcobalenos, pero esto tiene un defecto y es que solo por un lapso tienen sus apariencias y poco después que termina el tiempo vuelven a ser bebés. Pequeños detalles que el científico trata de resolver.

-¡el mejor Hitman del mundo hace acto de presencia!-Comento con burla, mientras sonreía de manera maliciosa.

-No lo preguntaré de nuevo, ¿donde esta Haru?-Su voz destilaba ira y su mirada gélida que a cualquiera haría temblar, menos al que tenían de frente.

-¡mmhp! Eres igual a Sora... Pero se arrepentirán de no hacerme caso, ella sabe tomar sus medidas.- y fue absorbido por la oscuridad.

-Tsuna..¿quien era?- al momento de preguntar, un humo lila envolvió al sicario volviendolo un bebé.-alenos duro lo necesario.

-No lo se...Pero conoce a Haru... Además de que sus intenciones... Se sienten iguales a los de byakuran.
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Al dia siguiente tsuna estaba con el resto de la familia explicando lo sucedido la noche pasada.

—Nono también ofreció ayudarnos— comento el ahora bebé con Fedora, su rostro era cubierto al menos a la mitad por la misma, pero su pupilo intuía la expresión que debía tener en ese momento.

—no te desesperes Tsuna, encontraremos a hari—comento la lluvia, tratando de aminorar la tensión.
Gokudera estaba serio, es de las pocas veces que no gritaba o fragullaba algo despectivo por la pequeña castaña desaparecida, muy en su Interios, no quería que algo le pasará, sabía que su amado décimo nunca se perdonaría por abandonar así a una amiga, a un miembro de la familia vongola.
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En otro lado de algún universo distante, se hallaba navegando una nave con apariencia curiosa.

Sora miraba a la ventana de la nave, recordando aquellos días alegres y soleados, jugando con sus amigos, buscando aventuras o quizás una batalla de espadas con su mejor amigo. Se preguntaba donde podrían estar, si se encontraban a salvo de aquellas criaturas enanas que energía de la oscuridad. Desde la ventana se apreciaba el mundo de las maravillas donde hace unos momentos estaban buscando pistas y a la pequeña Alicia, resignado suspiró mientras a si mismo se daba ánimos para seguir.