Capítulo 18: La esperada venganza

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Después del encuentro con Sam en el bosque, Katherine empezó a tomar más control sobre mi cuerpo. Varias veces "insulté" a mis amigos (sí, ya nos llevamos bien) con la voz de Katherine, pero la mezcla fónica los confundía. Me estaba poseyendo con fuerza. Hasta que llegó el día...

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- Tengo que salir...- dije, siendo yo misma, abriendo la puerta de la casa y saliendo al bosque. Eran las tres de la tarde, y el bosque no estaba tan tétrico. 

Algo me llevaba al bosque, a un sitio en concreto, pero no era sino Katherine, tomando posesión de mi cuerpo otra vez. No era capaz de evitarlo. ¿Cómo luchar contra una mujer que ha estado acumulando poder desde hace 300 años? 

- ¿Eh?- me sorprendí cuando por fin Katherine detuvo mi cuerpo... ¡en el mismo claro donde Slender y Jeff me habían cogido cuatro meses atrás!-. ¿Por qué me has...?

- ¡Samuel, cobarde, sal de donde quiera que estés!- interrumpió Katherine, usando mi boca para vociferar el nombre de su enemigo acérrimo. 

"Menuda bruja. ¿Eh? ¿¡Pero qué...!?"

¡Pero si apareció Sam, del mismo modo que yo!

- No hace falta que grites, Katherine- dijo la voz de Samuel.

A partir de ese momento, Sam y yo fuimos silenciosos testigos oculares de la batalla próxima. Sus ojos se habían vuelto azules, los dos, y los míos amarillos. Atrapados dentro de nuestros propios cuerpos, de la misma manera que Katherine y Samuel habían estado dentro de nostros todos estos años, presenciamos cómo la cosa iba a peor. 

Samuel había cogido un cuchillo grande, de carnicero como el mío, y estaba jugueteando con él entre sus dedos. Katherine igual, acariciando con sus dedos la hoja de mi cuchillo. 

- La esperada venganza...- Katherine empezó a reírse-. No lograrás matarme dos veces, ingenuo.

- Eso ya se verá, bruja- bufó Samuel, abalanzándose sobre Katherine. 

Ambos comenzaron a demostrar sus habilidades manejando los cuchillos como si fueran espadas, buscando desesperadamente la manera de clavarle el arma blanca a su contrincante. Yo, atrapada en mi cuerpo, estaba desesperada: si cualquiera de los dos moría... nos llevarían a Sam y a mí con ellos. 

Teníamos que hacer algo. 

N/A: En la foto, el cuchillo que usa Luna para matar. 

Mi vida... entre CreepypastasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora