Mi vida... entre Creepypastas

Capítulo 6: Sois unos abusones

Apenas llevaba un par de horas y todos estaban aprovechándose de que ahora YO era la que los atendía: Luna esto, Luna lo otro, Luna limpia mi cuchillo, Luna guarda las vísceras de mi habitación en su caja... En apenas cinco horas, ya estaba llena de sangre gracias a los "recuerdos" de Eyeless Jack y al cuchillo de Jeff. Las únicas que no decían ni mu eran las chicas: hasta Nina estaba seria, dentro de lo que la dejaba su sonrisa tallada. Smile me seguía a todas partes, y Sally me saludaba todo el rato. Al menos ellas y Smile me hacían sentir un poco mejor. 

- Oye, Luna, se me ha caído el cuchillo debajo del sofá, ¿me lo coges?- dijo Jeff, ¡tumbado en el sofá! ¡Y el cuchillo estaba a perfecto alcance! 

- Eres un idiota. Además, aquí dentro no lo usas, así que guárdalo en tu habitación y deja a la pobre en paz. No habéis parado desde que lleva ese vestido que la hace parecer una cualquiera- intervino Jane, cogiendo el cuchillo de Jeff y tirándoselo encima. 

- No, no, Jane, déjalo- intervine. Yo misma notaba que mi voz era más baja y apagada que antes, fruto del miedo que tenía-. Lo colocaré yo en su habitación...

- No seas tonta- interrumpió Nina-. Jeff tiene piernas, pero no responsabilidad. 

- Tú cierra el pico- gruñó Jeff-. Esta humana está aquí para servirnos, punto.

- Ni punto ni coma- se metió Alice-. Si está aquí es para salvar su vida, y si obedece es porque tiene miedo de vosotros. 

- ¿Vas a decir ahora que de vosotras no?- dijo Ben, sentado en el sofá junto a Jeff, viendo la tele.

- Vosotras también sois asesinas- recalcó Eyeless Jack. 

- ¿Por qué sois tan malos con Luna?- protestó Sally, entrando en el salón alertada por el barullo. Todos la observamos, mientras caminaba hacia mí y me abrazaba. Su cabeza llegaba hasta mi pecho, y la correspondí con el abrazo.

- No pasa nada, Sally, estoy bien- sonreí lo que me permitía mi estado de ánimo. 

- No, ellos te están haciendo daño. Son unos abusones. Además, quiero que juegues conmigo. 

Cuando Sally me arrastró con ella por el pasillo, Laughing Jack hizo ademán de cogerme, pero Smile le mordió la pierna y ladró para que ni se le ocurriera tocarme. 

- Oye, Smile, no me digas que te has puesto también de su lado- gruñó Masky. 

El perro ladró. Sally me llevó con ella a la habitación, cerrando la puerta y sin dejar entrar ni salir a nadie. 

Era increíble. La pequeña jugaba conmigo dentro, alejándome de todos los demás... Y Smile estaba sentado fuera, vigilando que nadie entrara a la habitación. 

Increíble. 

N/A: En la foto, Nina The Killer.