De Argentina a Seúl, la distancia no existe. CatoXKyuhyun

Capítulo 6. La despedida.

Había pasado tanto tiempo, desde que sentí lo mismo que hoy al ver a aquella chica.

Nunca pensé que una sola persona cambiaría todo mi estado de ánimo que me ha torturado durante nuestra gira. ¿Qué demonios estoy diciendo? No puedo, lo que yo deseo no puedo cumplirlo, probablemente ni sea mayor de edad y mírenme a mi.

Pero, es que, ella me hizo volver a sonreír y a ser el mismo Kyu de antes.

Esto va en contra de todo lo que nuestro manager nos dice a todos nosotros:

"Nunca, nunca se enamoren de una fan" 

Ellos no pueden controlar mis sentimientos y si lo hacen, que se olviden del Cho Kyu Hyun que conocen.

-Parezco tonto mirándome frente al espejo y diciéndome todo esto- dije mientras me abrochaba la camiseta en mi camerino. Para aclarar, que nuestros camerinos no son lo más grandes, bueno, el mío no lo era. 

El mío era una pequeña habitación pintada de un azul verdoso, con unos sillones negros, un mini-bar, lo típico de un camerino.

-¿Seguirá ella fuera del camerino?- me pregunté ya preparado para salir.

-¡QUE ME SUELTEN, QUE VENGO CON KYUHYUN!- Se escuchaba inquietante la voz de aquella chica.

-¡CATALENA!- Me apresuré a llegar a la puerta y abrirla rápidamente.

-¡Suéltame!- Catalena exclamaba mientras el guardia de seguridad la alejaba con violencia.

-¡Oye,oye!- Le grité y el guardia se había sorprendido de lo que veía.

-¿Entonces esta niña no me estaba mintiendo?- Miraba sorprendido a Catalina aún sosteniendo su brazo.

-Es una amiga, puede quedarse conmigo- Me le acerqué a aquel grandulón y retiré de una manera pasiva la mano del brazo de Catalena.

-Oh, disculpa- Fue la última frase que dijo y se marchó. Yo aún permanecía con el brazo de Catalina en mi mano, la cuál bajé lentamente hasta tomar la suya.

-¿Nos vamos?- Le dije mientras sonreía. Ella me miraba de una manera agradable y tierna, que me ponía nervioso pero feliz.

-¡Claro!- Sonrío y agachó su cabeza, creo porque estaba apenada.

Decidimos ir con mucho cuidado sin que algún periodista nos viera, salimos por el estacionamiento hasta llegar con los demás en el auto.

Estaba nervioso y emocionado, no lo entiendo, tal vez la conozca más.

Aparte de pensar en ella, no dejaba de pensar que al día siguiente me iría a dar otros conciertos para después, no regresar. ¿La perdería? No lo sé, pero aprovecharé esta hora que me queda para conocerla más.

Todos adentro del auto estaban emocionados, hasta los fans, pero a mi solo me importaba una persona...

Al llegar al lugar, que era un bar pero al que nuestros fans podían entrar, le dije a Catalina que nos apartaramos de ellos y fueramos a un lugar privado, para conversar, sentía mucho cosquilleo en mi estómago.

Encontramos una terraza así que decidimos permanecer ahí un rato.

.¿Quieres algo de beber?- Le dije mientras nos sentabamos en una mesa

-No gracias- Me dijo mientras reía. Su sonrisa es tan linda.

Conversamos y nos conocimos, no me había dado cuenta de la gran persona que es. Me contó que ha sido una gran fan de nosotros desde hace mucho tiempo, cada que ella decía algo no podía evitar verla sonreír.

-¿No sabes que hora es?- Me dijo y desperté de mi estado de trance.

-¡Ah si! Ehmm...- Miré el celular. -Son las 9:50- No lo puedo creer, estaba a nada de no volvr a verla. Su sonrisa se apagó y me dijo:

-¿Podrías llevarme? 

En ese momento me estaba derrumbando, siempre pierdo a las personas que quiero de un momento a otro.

-C-Claro- Le dije.

Bajamos de la terraza, los chicos nos miraban raro pero decidí ignorarlos.

Llamé a Donghae y le dije que iría a dejar a Catalina, él me entendió y me dijo que estaba bien.

Salimos de ahí, con extremo cuidado y subimos al auto, había un silencio durante el camino, ambos sabíamos que nos queríamos pero... 

Catalina miraba mucho la ventana, estaba pensativa. Hicimos alto en un semáforo, a lo lejos observé a un hombre que vendía rosas así que decidí comprar una.Escogí la única rosa blanca de todas las rosas, le pagué al hombre y dije que se quedara con el cambio.

-Catalena- le dije, apartó su vista de la ventana y cuando me vió, sonrío.

-Es para ti- Se la di y estaba muy apenado, ella me miró y me dijo "Gracias" y me abrazó.

-Esta rosa representa lo mucho que te quiero- le dije, solo me sonrío y volvió a fijar su mirada en la ventana.

En ese momento, decidí hacer lo más loco que jamás se me haya ocurrido, así que seguí en el camino, en el radio pasaban "Stay the Night" de Zedd.

Llegamos a donde nos encontrábamos originalmente, estaba vacío así que la miré y con un nudo en mi garganta le dije:

-Mañana me iré y no sé hasta cuando regresaré-

-¿Regresarás a Seúl?- Sus ojos se tornaban llorosos

-Aún no lo sé- El nudo no me dejaba hablar. -Pero por eso, quiero darte mi número de móvil, para que siempre que puedas hables conmigo-

-¿Puedo darte el mío?- Me preguntó

-Sería un placer y honor tener tu número- Ambos sacamos nuestros celulares y anotamos el número del otro.

-Te prometo que cuando vuelva a Argentina, te llamaré para vernos- le dije con toda seguridad mientras sostenía su mano

-Está bien- Nos bajamos del auto y nos abrazamos, era muy bajita, me llegaba a la mitad del cuerpo pero no me importaba. 

Su mano se deslizaba lentamente de la mía hasta que ella se fue, se desvaneció en la oscuridad.

Solo quedé yo en el estacionamiento, me senté en el auto y miré al cielo.

I will never let you go...

Tocaba regresar al hotel y hacer las maletas, mañana sería un día largo, pero ahora tengo su número telefónico.

Llegué al hotel, con mucho más cuidado sin toparme algún periodista y entré.

Abrí la puerta de mi habitación y saqué las maletas, empaqué todas mis cosas y me eché en la cama. Toda mi felicidad se había ido, así que decidí dormir.

Me quité la camiseta, los zapatos,el pantalón y dejé mi celular a un lado mío.

No quiero irme nunca de ahí.

Ni siquiera irme lejos de ella.

Es la primera chica que me ha hecho sentir bien, mi corazón la eligió a ella, porque no se fijó en mi fama, se fijó en mi.

Dejaría toda mi fama por estar y vivir con ella.

Mañana...