[Narra Narrador/a: ]
Pasó el tiempo, quizá unos meses, o tal vez un poco más.
Al menos, lo suficiente para que Amaya y Allen se separaran más, por sus mismos círculos sociales...Sin embargo, ambos hablaban frecuentemente por chats, videojuegos y llamadas, aunque claro, no era lo mismo que interactuar en la vida real.
Sólo que en ese lapso de tiempo, Amaya comenzó a sentir algo más fuerte por Allen.
Algo mucho más potente que los sentimientos hacia él cuando el chico llegó... Sentimientos que no podía albergar más tiempo en su interior.-¡De verdad! ¡E-Es que ya no puedo más con esto!- exclamaba Amaya, hacia una almohada que era su única "consejera" en ese momento.
-Pero no puedes llegar así nada más y decirle lo que sientes a Allen... Además, los hombres son los que deben dar el primer paso- "decía" la almohada (aunque en realidad Amaya le estaba dando la voz).
-¡Pero es que si dejo que él lo haga me voy a hacer vieja esperando!- reclamaba la chica, siendo de nuevo ella.
-Espera lo que tengas que esperar. Además, estás joven y hay muchos otros chavos por ahí- respondía la almohada.
-¡E-Es que ninguno es como él! ¡Nadie es así!- gritó Amaya, con una voz lo suficientemente fuerte como para provocar que su madre la escuchara.
-¿Todo bien Amy?- preguntó su madre desde la planta baja de la casa.
-¡S-Sí mamá!- respondió la chica, algo avergonzada.
No deseaba que nadie, ni siquiera su madre supiera acerca de su interés por Allen.
–¿Ves? Por andar de exagerada tu mamá casi se da cuenta... Sólo relájate, ¿Quieres?– se quejó la almohada por el comportamiento de Amaya.
–¡Es que lo que siento es tan grande que ya no soporto tenerlo escondido en mi corazón!– exclamó nuevamente la chica de cabello corto, con una voz y una expresión digna de telenovela, como si fuera una aclamada (así como sobreexplotada) actriz.
–Por eso, tengo que declararle mi amor... ¡Sí, es lo que haré!– dijo Amy en un volumen mas bajo, pero con aún más determinación.
En ese momento, la almohada "guardó" silencio; ya que ahora Amaya tenía claras sus ideas.
Luego de eso, la chica apagó las luces de su habitación, y se dispuso a dormir. Aunque esto le fue difícil porque la emoción de lo que haría el día siguiente era grande.
Por lo que cuando la mañana llegó, Amaya se levantó como un resorte, de un solo salto y con una enorme sonrisa.
Entonces, por primera vez en mucho tiempo, Amy se arregló: se puso el uniforme, algo de perfume, un poco de maquillaje (sólo brillo labial), y se hizo unas lindas trenzas en la parte superior de su cabeza... Algo que parecía un milagro, puesto que Amaya sólo llevaba el uniforme y siempre usaba gorra para cubrir sus despeinados cabellos.
–Creo que estoy lista hehe– se dijo Amy a sí misma cuando se vió al espejo.
Hasta ella misma estaba sorprendida por su físico; pero le importaba más que Allen sintiera lo mismo que ella...–Amaya ya levántat...– decía la madre de la chica al entrar a su habitación y toparse con su hija que ya estaba lista para el colegio.
–Woah, ¿Por qué de repente te arreglaste tanto?– preguntó la mujer con los ojos como platos.
–Pues, es que mis amigas y yo acordaron que todas íbamos a ir mejor arregladas que de costumbre jeje– mintió Amaya con cierto nerviosismo, ya que, ¿Qué diría su madre si supiera que se le iba a declarar a un chico?.
–Ah, ya veo. Bueno, baja a desayunar...– murmuró su madre con esepticismo, al mismo tiempo que salía del cuarto.
¸.*☆*¸.*♡*.¸
Habían pasado unas horas, en las que ya Amaya había llegado a la escuela, y era la hora del receso.
–Ya Amy, dinos, ¿Por qué te arreglaste así?–
–Sí, normalmente tú ni siquiera te peinas– opinaban sus amigas, con un gesto pícaro; aunque todas opinaban que Amy se veía muy bien.–Oh vamos chicas, sólo decidí cambiar un día. Digo, tener un gorro en la cabeza todo el tiempo puede cansar, y más en estos días cuando hace más calor– argumentaba la chica castaña de cabello corto, algo nerviosa y ruborizada.
–Hummm... ¿No será que te gusta alguien y te arreglaste para él?– preguntó Ivonne, mirando fijamente a Amaya.
–¡Uuuuuuuuy!!!– exclamaron todas al mismo tiempo entre risas.
–¡N-No es verdad! ¡T-Todos aq-quí están feos y asquerosos! ¡N-Ninguno podría llegar a g-gustarme!– reclamaba Amy con algo de molestia. De nuevo, no deseaba que alguien se enterara de sus gustos.
–Bueno ya, no te pongas así– dijo Maddy para calmarla un poco, mientras la abrazaba suavemente.
"Al menos ella me entiende." Pensó Amaya respirando profundamente.
De pronto, los ojos verde claro de la chica apuntaron hacia Allen, que se encontraba caminando mientras comía una bolsa de papitas.
Sin embargo, algo se veía diferente en el chico... ¿Acaso había aumentado de peso?...
Pues sí, efectivamente Allen había subido unos cuantos kilos; o al menos los suficientes para que el uniforme que usaba se le viera algo ajustado.–¿P-Pasa algo?– preguntó el chico pelirrojo de pronto, con timidez, cuando sintió la mirada de Amaya.
Sin darse cuenta, la chica había estado observando a Allen por más o menos quinientos metros... Así que era de esperarse que Allen pensara que lo estaban acosando.
–No... N-Nada– respondió Amy con un hilo de voz, y entonces, las chicas que la rodeaban comenzaron a mirarla con aún más atención.
//Hae!!
Hehe, si les parece bien que finalice esto con unas cuantas preguntas de suspenso pues...
Aquí vamos :3¿Realmente Amaya declarará su amor? ¿Qué dirá Allen acerca de esto? ¿Y los demás...?
No se lo pierdan :3
Shao~
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Me gustan los Chubbys... Como Tú
RomanceEsta es la historia de una chica llamada Amaya , aparentemente normal, con amigos, buenas calificaciones y toda esa clase de cosas. Sin embargo, ella oculta un secreto, que ni su familia ni sus amigos saben. Pero que podría develado, cuando un chico...