"Talvez siempre estaré sola pero, no importa al final sé que estaré bien"
El reloj de aquel bar marcaban las 4:45pm ella estaba mareada perdía el equilibrio con facilidad las luces del lugar le molestaban, sus tacones eran una tortura, había bebido tanto, ella solo quería saber que se sentía emborracharse, beber hasta que sus recuerdos se esfumaran de su mente.
"Maureen" ese era su nombre, era muy bella, de cabello negro y un poco corto, labios finos ojos grandes y buen cuerpo.
Se dirigía a la salida, aún estaba mareada fue a la puerta trasera del lugar tomo la perilla y la giro lentamente, salió de aquel ruidoso lugar con la cabeza gacha y su mirada clavada en el piso, ahora se encontraba en un oscuro callejón de la ciudad, en donde reinaba la oscuridad mientras ella caminaba a pasos cortos, sus manos estaban heladas, hacia frio su suéter gris y jeans negros no la cubrían lo suficiente.
Camino un poco más pero su cabeza comenzó a doler, estaba desorientada y débil su vista se comenzó a nublar y un gélido suspiro escapo de su boca todo se tornó oscuro y ella solo cayó.
***
Abrió sus ojos y se encontró en una habitación de paredes color azul, había posters de videojuegos, como "Undertale" y otros conocidos su vista paso por cada detalle de esa habitación.
-¡Maldición Maureen lo hiciste de nuevo!-dijo para sí misma al pensar que la habitación era de un chico.
Su cabeza dolía gracias a la resaca, se sentó en el filo de la cama paso la mano por su cabello haciéndolo hacia atrás escucho la puerta abrirse y vio a una chica morena, alta y de cabello rizado parada en el marco de la puerta con un vaso de leche en la mano Maureen la miro confundida.
-Al fin despertaste- dijo la desconocida adentrándose más al cuarto.
Maureen estaba aún más confundida no sabía cómo había llegado ahí y la chica de ojos cafés se había dado cuenta de eso.
-Ayer Salí con mi mejor amigo- comenzó a explicar- y el yo te vimos en el suelo- hizo una pausa-Yo... pensé en traerte aquí ¡te podía pasar algo en ese estado!
Maureen comenzó a entender aunque aún le quedaban algunas pero no iba a preguntar la chica le extendió el vaso de leche.
-Gracias pero la leche me da asco-tomo el vaso y lo dejo en una mesita de noche-así que-dijo alargando la letra "e"-¿este es la habitación de tu amigo?- la chica castaña soltó una risita.
-No, en realidad es mío, pensé en llevarte a su casa pero luego supe que iba a ser una mala idea-la chica rio de nuevo- él es un poco pervertido
-claro-dijo Maureen con cara de extrañes
-a todo esto ¿Cómo te llamas?-inquirió la castaña
-Maureen-soltó de una vez.
-wow ese nombre no es común-dijo asombrada-Soy Luna
-y dices que mi nombre es raro-dijo con sarcasmo.
Una sensación extraña se apoderaba del estómago de Maureen comenzó a sentir nauseas "demonios" pensó.
-¡Un baño!-Luna pareció no entender y Maureen se desesperaba más-¡demonios donde está el maldito baño!-grito y Luna entendió.
-¡Oh un baño! ¡Al fondo del pasillo puerta de la derecha!-grito agitada y Maureen corrió.
Cerró la puerta y su estómago devolvió todo, lavo su cara y su boca con agua y luego Salió, regreso a la habitación tomo sus tacones, Luna la observaba sentada en la cama.
-¿Te iras tan pronto?-pregunto la castaña con tono de disgusto.
-Escucha, te agradezco por lo que hiciste por mí pero-hizo una pausa-pero nadie te lo pidió ¿entiendes? No me quedare a almorzar, ni tampoco seremos amigas, no regresare aquí, ni siquiera te conozco asique es mejor que me vaya.
-Pero-quiso decir la castaña pero fue interrumpida.
-Adiós- dijo la pelinegra cerrando la puerta de la habitación
Maureen había salido de la casa el clima estaba frío, el cielo gris, el viento chocaba contra sus mejillas y las hacia cada vez más frías solo ese suéter gris y esos viejos jeans negros y rasgados la cubrían, se abrazaba a sí misma para cubrirse del frío y caminaba por las solitarias calles de la ciudad
"Tal vez ella siempre estará sola pero está bien, porque ella siempre está bien"
ic.comZQ
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Maureen
Genç KurguEra complicado, muy complicado al igual que ella, era complicado describirla, era complicado acercarse a ella. Era única, Tan indiferente, segura, orgullosa, tan ella. Encantadora de alguna forma pero rota a la vez, Hermosa a su manera pero a la...