Nada fácil

~Capítulo 20

~Capítulo 20

 (Leer nota del final, por favor, importante)

-Llegaré tarde…-dijo Marian mientras se intentaba quitar de encima a Pablo que no paraba de darle húmedos besos en el cuello.

-Un ratito más por favor…-le suplico el rubio cogiéndola de la cintura para que no se levantase del sofá.

Había pasado un mes después de aquel día en el que Pablo y Sergio se pelearon y este le llamo puta a Marian. Los dos rubios seguían enfadándose y tirándose los trastos pero ahora arreglaban las cosas de forma diferente. Si, lo arreglaban acostándose. Ellos dos sabían que había una atracción física importante pero no pensaban que era algo más de eso. Por lo menos pensaba Marian. Pablo aun le seguía gustando la rubia pero prefería tenerla de ‘amiga con derecho a roce’ que nada.

Sergio no hablaba con Pablo y apenas miraba a Marian, puede que por vergüenza, pero la rubia seguía sin entender al castaño. Pablo, como todo hombre orgulloso, no fue menos que Sergio y tampoco le dirigía la palabra. Las cosas estaban tensas. Y María era la que más le afectaba. Ella había sido amiga de ellos dos des de que eran pequeños y estaba preocupada de que después de tantos años de amistad, se fuera al garete y por una chica. Porque si, aunque Marian no tenía nada que ver que se enfadaran esos dos, a la vez importaba mucho, des de que ella había llegado habían comenzado los problemas con el grupo, se estaban dividiendo.

-Que no, pesado. Y vete a estudiar tu parte de presentación que esta semana tenemos que exponer el trabajo.-dijo la chica levantándose del sofá y quitándose las manos de Pablo de encima.

-Eres una sosa.-Pablo se pasó  la mano por el pelo, despeinando su no tan corto pelo rubio, tenía que ir ya al barbero.-además, sabes que soy listo y me lo sé todo. Tú tendrías que repasártelo.

-Bueno si, lo que tú digas.-le respondió la chica poniéndose unas Vans negras.

-¿Quieres que te lleve?

-No, cogeré el metro.

-¿Por qué no te sacas el carnet de conducir de una vez? No será por problema de dinero, además, te podría ayudar.

-Gracias por el ofrecimiento pero ya tendré tiempo en sacarme el carnet, de momento estoy muy bien cogiendo el metro.

-Vaya tonta.

Marian se cruzó de brazos.

-¿Has acabado?

Pablo le sonrió pillo.-Mmm… ¿es una propuesta?-le dijo acercándose peligrosamente a ella.-Venga, va, tampoco será tan importante lo que te tengan que decir tus padres, diles que estas liada estudiando.

-Que no Pablo. Ya les dije que iría, además, me tengo que pasar por casa de María que quería hablar conmigo.

El rubio bufo mientras rodaba los ojos.

-Ya sé de qué te quiere hablar.

-¿A si? ¿De qué?

-Pues sobre lo que paso, de que va a ser. Quiere que yo haga las paces con Sergio y que hagamos como si nunca paso nada.

La chica miro su reloj con nerviosismo, esperando que Pablo acabara ya de hablar y le dejara irse cosa que capto el rubio, entrecerrando los ojos mientras la miraba.

-¿Te molesto?-pregunto el chico soplando ofendido.

-Pues sí, voy tarde Pablo, hablamos luego ¿sí? Así que saliendo por la puerta.

-¿No me dejas quedarme aquí? Así después hablamos de lo que te dijeron.

Marian movió nerviosamente el pie contra el suelo, sin dejar de mirar el reloj y comprobando que lo tenía todo en su bolso y la dirección que le dieron sus padres para ir a verlos.